Las autoridades de Francia llevarán a juicio al expresidente Nicolás Sarkozy, acusado por corrupción y tráfico de influencias tras ser intervenidas algunas de sus conversaciones telefónicas durante su etapa de campaña en el año 2007. La investigación fue bautizada como “El Caso de las Escuchas”.
Al exmandatario francés se le acusa de haber recibido millones de euros de manera ilegal para la financiación de su campaña electoral por parte de dictador de Libia, Moamar Gadafi.
Asimismo serán enjuiciados el abogado de Sarkozy, Thierry Herzog, y el exmagistrado Gilbert Azibert tras darse a conocer una llamada telefónica en el que el expresidnete trata de obtener información de un juez involucrado en una investigación sobre otra fuente de dinero ilegal en la campaña del exmandatario.
Esa segunda fuente ilegal para la campaña de 2007 habría sido Liliane Bettencourt, la mujer más rica de Francia y heredera del imperio de cosméticos L’Oreal. En la conversación telefónica, tanto Sarkozy como su abogado le habrían prometido al juez en cuestión un puesto Mónaco a cambio de la información requerida.
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El expresidente asegura que ninguna de las acusaciones son ciertas y apeló la orden de ir a juicio argumentando la intervención telefónica, por lo que no hay fecha real para el juicio.
Durante 2017, Sarkozy fue a juicio junto con otras 13 personas por el financiamiento ilegal de su campaña en 2012, la cual se habría basado en un sistema especial de contabilidad, el cual ocultaba gastos.
