Tecnología al servicio de la salud: por una vida sana

Las búsquedas en Internet relacionadas con la salud ocupan un alto porcentaje del total. En 2015, diversos medios de comunicación se hicieron eco de los datos de Central Media, que apuntaba a que se realizaban 388 millones de búsquedas mensuales sobre temas de salud. El 60% de ellas, en concreto, estaba relacionada con padecimientos o enfermedades.

 

 El director de Central Media, Enrique Culebro Karam, explicó que la patología más buscada es la diabetes, seguido de la hipertensión, el colesterol, el asma y la gastritis. Significativo es también es también el hecho de que un 30% de quienes tenía que adquirir un medicamento, lo había buscado antes en Internet.

 

 La Red ha supuesto una revolución en todos los ámbitos y, por supuesto, la salud no escapa a ella. Se trata de un tema que interesa a toda la población, puesto que cualquier ciudadano quiere gozar de un nivel mínimo de bienestar. Además, la normalización del uso de los dispositivos móviles, el tiempo que pasamos conectados a ellos y lo fácil que es buscar información, hace que sea más recurrente que realizar una visita al especialista.

 Es evidente que hay que actuar con prudencia. La información y los productos que se puedan encontrar en Internet no sustituirán a la atención y el tratamiento ante patologías serias, que requieren de un diagnóstico inmediato.

 

Webs, blogs y plataformas: más información que nunca

 El catálogo de periódicos y revistas especializadas, bitácoras e incluso publicaciones científicas consultables a través de la web es muy amplio. Eso sí, bien es sabido que la cantidad no es sinónimo de calidad, así que el ciudadano debería contrastar la información a la que tiene acceso. Especialmente si el artículo le recomienda tomar algún medicamento (aunque sea sin receta) o introducir en su dieta un alimento concreto.

 Lo de  mantenerse informado en temas de salud  debe ser una cuestión de prevención. La información tiene que servir para ayudar a la ciudadanía a tomar las riendas de su vida, a saber cómo adquirir hábitos de vida saludables para, por ejemplo, combatir los altos niveles mundiales de sobrepeso y obesidad. En gran parte, la salud es una cuestión de voluntad.

 Se trata de llevar toda esa información tan demandada para cuidar el cuerpo y la mente, y convertirlas en  aplicaciones de El club de la salud , por ejemplo, que invita a descubrir métodos para mantener una vida sana y estar en forma. Se complementa con consejos de profesionales médicos sobre dietas, así como entrenamientos adaptados. Eso es lo que lleva al éxito, precisamente, a las aplicaciones saludables.

 Además de para prevenir, hay espacios de referencia en la Red, con informaciones contrastadas y fiables, y que se hacen eco de lo más destacable de la actualidad. Así, conviene también saber si un alimento o un medicamento está contraindicado o cómo se deben realizar ciertos procedimientos.

 

Nuevos dispositivos especializados

 La revolución digital afecta a cómo nos llega y se transmite la información, así como la cantidad de la misma. No solo a los datos en sí, a aquello que se transmite, sino también a cuánto se innova en los dispositivos móviles.

 Además del teléfono inteligente o de la tablet, los que no dejaron indiferentes fueron los smartwatches y las smartband, que se colocan en la muñeca para dar un acceso directo a múltiples aplicaciones. Sus posibilidades de monitorización de la actividad deportiva les hace especialmente indicados para quienes practican ejercicio físico con asiduidad, pero con objetivos y metas que quieren ir superando.

 Se trata de dispositivos que gozan de bastante autonomía en cuanto a duración de la batería. Lo que más se ha criticado es su dependencia del teléfono móvil, lo que les convierte en una extensión del mismo, pero ya se venden relojes o pulseras con GPS integrado y otras utilidades que permiten dejar el teléfono en casa.

 Suelen tener pantalla táctil, funciones de monitorización del sueño, podómetro o contador de distancias y calorías. Como complemento, también envían notificaciones desde el smartphone y son capaces incluso de contestar llamadas, lo que les convierten en wearables para momentos casual y no solo deportivos. Todo, además, con unos diseños de lo más atrayentes, en el que las pulseras son intercambiables.

 

Aplicaciones para la conexión permanente

Del tiempo total que pasamos manejando en teléfono inteligente, la gran mayoría está dedicado a las aplicaciones móviles, y no a navegar. Los desarrolladores de apps bien lo saben, y han querido aprovechar ese interés global por la salud para lanzar propuestas de todo tipo.

 Lo de la medición de la actividad deportiva, por ejemplo, no es algo que hayan inventado las pulseras y relojes inteligentes. Ya hace mucho se desarrollaron las primeras apps que, en base a la distancia recorrida, hacían un cálculo de calorías quemadas y ritmo, entre otros detalles que luego se podían compartir en redes.

 Más novedosas son otras como Biteappy, dirigida a las personas que sufren alguna intolerancia o alergia alimentaria. Incluye, entre otro contenido, consejos o una guía de restaurantes. Dentro de la telemedicina (la aplicación de la telemática a la medicina) podemos encontrar otras como Social Diabetes, punto de encuentro entre pacientes de diabetes tipo 1 y tipo 2 con médicos especialistas.

 

Mascotas, también saludables

Pero la salud no es algo que se circunscriba solo a las personas. Cuidar de la de animales y plantas en nuestro entorno es nuestra responsabilidad y más se viven en el mismo hogar.

 La  salud de nuestras mascotas  es algo, pues, que debe preocupar a quien las tiene. Los dueños tienen una responsabilidad para con ellas, que se resume en la obligatoriedad (tanto moral como por ley) de proporcionarles un refugio para mascotas en el que puedan escapar de las inclemencias meteorológicas, comida adaptaba a sus circunstancias y la atención médica y el cuidado necesario. Eso y, por supuesto, mucho cariño, también esencial para la salud animal.

 Además de dejarse asesorar por los especialistas, principalmente el veterinario, también se pueden hacer consultas en Internet. Y, en cuanto a aplicaciones, se pueden encontrar desde las que ayudan a seleccionar nombres de perro hasta las que permiten aprender a entrenar al animal, incluyendo videotutoriales.