6 básicos para una rutina de skin care según tu tipo de piel
Cuidar nuestra piel puede parecer una tarea complicada, especialmente con la gran cantidad de productos de skincare disponibles. Sin embargo, establecer una rutina adecuada es esencial para mantener una piel saludable y radiante. Pero también es necesario considerar las necesidades de cada tipo de piel, para poder dar una atención personalizada y obtener resultados efectivos.
¿Tienes dudas sobre cómo hacerlo de forma adecuada? En este artículo, Te compartimos los seis pasos básicos para una rutina de skincare, con un enfoque en los cuidados particulares que requiere cada tipo de piel.
1. Limpieza, el paso imprescindible
La limpieza es el primer paso en cualquier rutina de cuidado de la piel, ya que ayuda a eliminar la suciedad, el exceso de grasa y las impurezas acumuladas. Sin embargo, no solo se trata de limpiar por limpiar. Es importante prestar atención a los productos:
- Piel grasa o propensa al acné: Los limpiadores espumosos o en gel, sin jabón, están formulados para eliminar eficazmente el exceso de sebo sin resecar la piel. Optar por limpiadores que contengan ingredientes como el ácido salicílico puede ayudar a destapar los poros y prevenir brotes.
- Piel normal o seca: La piel normal o seca se beneficia de limpiadores en crema o leches limpiadoras. Estos productos proporcionan una limpieza suave mientras hidratan la piel, evitando la sensación de tirantez y sequedad.
- Piel sensible: Es crucial elegir un limpiador sin fragancias ni alcohol para minimizar la irritación. Ingredientes calmantes como el aloe vera pueden ser beneficiosos para reducir la inflamación y el enrojecimiento.
2. Preparación de la piel
Después de la limpieza, el uso de un tónico ayuda a equilibrar el pH de la piel, con el fin de preparar la piel para absorber mejor los productos que se aplicarán posteriormente.
- Piel grasa o propensa al acné: Un tónico astringente sin alcohol es ideal para controlar el exceso de grasa, prevenir brotes y reducir el tamaño de los poros.
- Piel normal o seca: Un tónico hidratante ayudará a mantener la piel suave e hidratada. Busca productos que te proporcionen una hidratación ligera y refrescante.
- Piel sensible: Un tónico calmante, libre de fragancias y alcohol, reducirá las posibles irritaciones. Opta por ingredientes con propiedades antiinflamatorias y calmantes.
3. Hidratación profunda
El sérum o suero, es lo mejor para este paso, ya que es un producto que tiene un concentrado de ingredientes activos que se aplica después del tónico y antes de la crema humectante. Es una de las partes más importantes de la rutina porque permite aportar nutrientes a la piel.
- Piel seca o madura: Un sérum antiarrugas, reafirmante o hidratante aportará una mayor hidratación y mejorará la elasticidad de la piel. Busca productos con ingredientes como el retinol o antioxidantes que estimulen la producción de colágeno y combatan los signos del envejecimiento.
- Piel grasa o propensa al acné: Un producto regulador de sebo o antibacteriano ayudará a controlar el acné y reducir la producción de grasa. Ingredientes como la niacinamida pueden ser muy efectivos en este tipo de piel.
- Piel sensible: Un sérum calmante o antiinflamatorio reducirá las rojeces y calmará la piel irritada. En las farmacias dermatológicas, como Haut Boutique, puedes encontrar este tipo de productos de calidad.
4. Humectación
Este paso es esencial para mantener la barrera protectora de la piel y evitar la pérdida de humedad y su elasticidad. Es como una forma de aplicar un sello, pero sin obstruir los poros y dejando que la piel respire adecuadamente.
- Piel grasa o propensa al acné: Elige una crema ligera, oil-free y no comedogénica para evitar la obstrucción de los poros. Los productos deben proporcionar humectación, pero sin añadir peso o grasa a la piel.
- Piel normal o seca: Una crema rica en nutrientes y emolientes ayudará a mantener la piel suave y flexible. Opta por productos desarrollados en laboratorios de prestigio, con resultados probados para una hidratación profunda y duradera.
- Piel sensible: Lo mejor son cremas sin fragancias ni alcohol para minimizar las irritaciones. Puedes elegir geles con ingredientes calmantes y reparadores.
5: Protección solar
Este es otro de los pasos que no te debes saltar, independientemente de tu tipo de piel, ya que los rayos UV pueden causar envejecimiento prematuro y otros problemas. Lo más recomendable es utilizar un protector solar de amplio espectro, con un FPS de 30 o más.
Puede ser en forma de crema, polvo compacto o barra, según tu preferencia. Busca productos que contengan filtros minerales como el óxido de zinc o el dióxido de titanio para una protección efectiva y menos irritante, ya que estos productos no se absorben.
6. Agrega tratamientos específicos
Algunos otros productos que puedes agregar, según tu tipo de piel, tu edad y si presentas alguna condición de salud, son los siguientes:
- Crema, sérum o tratamiento de noche: Una crema rica y nutritiva para usar de noche puede ayudar a la piel a regenerarse, de forma profunda, mientras duermes.
- Exfoliante facial: Exfoliar la piel una o dos veces por semana puede ayudar a eliminar las células muertas y destapar los poros. Selecciona productos adecuados para tu tipo de piel, sobre todo si esta es sensible o si tienes alguna alergia.
- Crema antiedad: Productos con ingredientes activos como el retinol o los péptidos pueden ayudar a reducir las líneas finas y mejorar la firmeza de la piel.
- Contorno de ojos: Un contorno de ojos específico para tratar las arrugas, las ojeras y la hinchazón puede hacer una gran diferencia.
- Tratamiento para el acné: mascarillas o cremas para tratar y prevenir brotes son necesarios si tu piel tiene tendencia a sufrir de esta condición.
Recomendaciones generales
Recuerda consultar regularmente a un dermatólogo, para una evaluación personalizada de tu piel y que te haga recomendaciones específicas de productos. Además, considera lo siguiente:
- Realiza una prueba de alergia: Antes de usar cualquier producto nuevo, para evitar reacciones adversas.
- Sé constante: La constancia en tu rutina de cuidado de la piel es clave para obtener mejores resultados.
- Mantén una dieta saludable: Beber suficiente agua y llevar una dieta equilibrada contribuirá a la salud de tu piel.
- Compra productos seguros: Que hayan sido desarrollados por laboratorios de prestigio y estén probados. Evitar comprar en lugares poco confiables.
Estamos seguros de que estos pasos básicos podrán darte una idea de cómo cuidar tu piel para mantenerla saludable, radiante y protegida. Recuerda que cada persona es única y su organismo también, por lo que es importante elegir los productos que son los más adecuados a tus necesidades.