El impacto de la inversión de EE. UU. en salud para el continente africano

La reciente inversión estadounidense en materia de salud en África ha despertado gran interés, pero ¿qué significa esta inversión realmente para el continente y sus habitantes?

Teniendo en cuenta que el estado de los servicios de salud en África ha avanzado considerablemente, este tipo de inversiones ya no pueden considerarse como una ayuda internacional, pues esta tiene por objeto reducir el impacto catastrófico de las emergencias repentinas, mientras que una inversión se realiza a un plazo más largo y a menudo tiene un incentivo parcial de rentabilidad.

Si bien no es correcto pensar que se trata simplemente de una estrategia con fines de lucro, es necesario mencionar esto para comprender las diferencias entre ser un receptor de ayuda y ser un receptor de inversión exterior.

¿A quién beneficia la inversión?

Una inversión es una acción estratégica destinada a elevar las capacidades técnicas y logísticas de una determinada industria con la esperanza de que en el futuro sea posible obtener un rendimiento financiero. Esto significa que la inyección de capital hace algo más que simplemente subsanar déficits de financiación. En realidad, se trata de crear un modelo autosuficiente que, con el tiempo, sea capaz de innovar de forma independiente.

La inversión externa estadounidense se hace, en parte, para que impulse la innovación en la región. Al ser capaz de crear una industria autosuficiente que no solo satisfaga las necesidades básicas de los pacientes, sino que se amplíe gradualmente para cubrir un espectro más amplio de necesidades, esta inversión es una ganancia evidente para todos los implicados. Las comunidades locales reciben una asistencia médica que mejora gradualmente y con ella la calidad de vida, los gobiernos disponen de más recursos y pueden hacer frente a la situación, y los inversores estadounidenses crean una red de socios regionales.

Ya sea a través del despliegue de vacunas, de soluciones de almacenamiento en frío para antibióticos o de una mayor capacidad para mejorar la salud de los niños y de las mujeres embarazadas, todos en la sociedad se beneficiarán en última instancia de estos cambios positivos.

¿Cómo influirán estos avances en otros sectores?
Lo interesante de la innovación es que abre todo un abanico de nuevas posibilidades inesperadas, como cuando la necesidad de mejorar la distribución y la seguridad de datos en la guerra fría dio lugar a internet, o cuando el deseo de hacer más seguro y fiable el transporte a caballo dio lugar al automóvil. Ahora, ambas innovaciones se han combinado para que cualquier persona pueda ir en su automóvil con su teléfono conectado a internet y ver una película o jugar juegos de casino gratis.

Con una mejor asistencia en salud es de esperar que aumente la competitividad de los empleos en el continente africano. Los trabajadores podrían disfrutar de mejores prestaciones de salud, disminuiría el absentismo y las empresas serían más eficientes. También es posible que aumente el número de mujeres capaces de reincorporarse rápidamente al mercado laboral, y con mejores niveles de salud física y mental, tras dar a luz a sus hijos. Esto no solo aumentaría el número de trabajadores disponibles, sino que también empoderaría a las mujeres e impulsaría aún más los avances en innovación e igualdad.

Si juntamos todo esto, veremos un panorama esperanzador y lleno de vida, pues está demostrado que el simple hecho de contar con una mano de obra más diversa y con experiencias vitales más variadas puede impulsar nuevos avances, además la región se volvería más atractiva para las inversiones extranjeras, una situación en la que todos ganan.