Periodismo de Precisión en Salud: Solmayra Vargas y la Prevención Oncológica
Cuando se habla de salud, la forma de contar los hechos puede marcar una diferencia tan grande como los hechos mismos. Es aquí donde el periodismo de precisión cobra sentido. Este estilo, basado en evidencia y con un profundo respeto por el contexto, ha encontrado en la periodista Solmayra Vargas una de sus mejores exponentes. Su trabajo, enfocado en la prevención del cáncer de piel, es ejemplo de cómo traducir ciencia en herramientas útiles para la vida diaria.
Graduada en Comunicación Social por la Universidad Fermín Toro y con formación adicional en oncología cutánea y salud pública, Solmayra ha construido una trayectoria que no se limita a los medios tradicionales. Ha diseñado contenidos educativos, liderado campañas comunitarias y participado en espacios digitales donde combina estadísticas, narrativas y recomendaciones médicas. "Hablar de salud no es solo compartir datos; es ayudar a que esos datos se entiendan y se usen", afirma.
Su metodología parte de tres pilares: conocer a fondo la evidencia, validar cada afirmación con especialistas y encontrar la forma de contarla sin perder rigurosidad ni empatía. Esa mezcla ha hecho que su trabajo sea utilizado como material de referencia en escuelas, jornadas de salud y programas de formación para comunicadores.
Uno de los temas que Solmayra ha abordado con mayor profundidad es el cáncer de piel, una de las patologías oncológicas más frecuentes y, al mismo tiempo, una de las más prevenibles. En sus publicaciones insiste en que la exposición a rayos ultravioleta es acumulativa, y que buena parte del daño ocurre durante la infancia. Por eso, su comunicación no apunta solo a adultos, sino también a educadores, madres, padres y niños.
Para lograrlo, evita tecnicismos innecesarios y prefiere ejemplos concretos: explica la regla ABCDE para identificar lunares sospechosos, muestra cómo elegir un protector solar según el tipo de piel y detalla los horarios de mayor radiación UV. "La ciencia no tiene que sonar compleja para ser precisa", sostiene.
Uno de sus enfoques más valorados es el uso de testimonios. En lugar de limitarse a citar estudios, recurre a las voces de quienes han vivido el proceso: pacientes que detectaron una lesión a tiempo, médicos que enfrentan barreras para llegar a comunidades remotas, familias que ahora integran la fotoprotección en su rutina. Esas historias dan profundidad a los datos y los vuelven personales.
En paralelo, mantiene una estrategia digital activa. Publica infografías, videos breves y transmisiones en vivo donde responde preguntas sobre salud dermatológica. Estos contenidos son diseñados con un formato ágil y adaptable a distintos niveles educativos, lo que permite que su mensaje alcance tanto a estudiantes como a adultos mayores.
Pero lo que distingue a Solmayra no es solo lo que dice, sino cómo lo dice. Nunca subestima al lector. Confía en que, si se explican bien las cosas, las personas sabrán qué hacer con esa información. "No vengo a dar lecciones, vengo a compartir lo que la ciencia ya sabe y a proponer preguntas que ayuden a cuidarnos mejor", explica.
Gracias a este enfoque, sus materiales han sido utilizados por docentes y voluntarios en campañas barriales, y su trabajo ha sido reconocido por entidades como el Colegio Nacional de Periodistas de Venezuela. Médicos y enfermeros con los que colabora reconocen que sus piezas informativas ayudan a preparar mejor a la población antes de una jornada de despistaje, lo que mejora la calidad del contacto entre paciente y profesional.
En un contexto donde la información abunda pero no siempre orienta, el periodismo de precisión ofrece una salida. La experiencia de Solmayra Vargas demuestra que es posible informar con claridad, sin alarmismo, y al mismo tiempo generar impacto. Y es ese impacto, medido no solo en clics sino en consultas médicas realizadas y hábitos modificados, lo que marca la diferencia.
Con su trabajo, Solmayra ha trazado un camino replicable para quienes deseen comunicar salud con sentido. Un camino que une rigor, pedagogía y respeto por la audiencia. Porque, como ella misma dice, "cuando el mensaje es claro y verificado, la decisión de cuidarse se vuelve más fácil".
