Stonewall: Donde nació el Orgullo
Redacción.
Desde las primeras horas de junio, las redes sociales, medios de comunicación y hasta los establecimientos adoptan los arcoíris como decoración de temporada y la publicidad “gay friendly” inunda los espectaculares; todo esto como el preámbulo de las múltiples marchas y celebraciones del Orgullo Gay que se realizan alrededor del mundo. Es así como pese a lo reacio y las reacciones de los sectores más conservadores de la sociedad, la también llamada “navigay” ha penetrado en la conciencia colectiva y ahora resulta casi imposible imaginar que no ha sido así desde hace siglos.
Sin embargo, no siempre fue así.
Año de 1969. Mientras Led Zeppelin lanzaba su primer álbum, una sonda soviética alcanzaba la superficie de Venus y se veían los primeros albores de la guerra en Vietnam, en el corazón de la “Gran Manzana” ocurrió un evento que sacó de la oscuridad a todo un sector marginado de la población: un grupo de mujeres trans, jóvenes queer sin hogar, personas que vivían con VIH y otras disidencias de origen afrodescendiente y latino se revelaron, enfrentaron los abusos de la policía de Nueva York y exigieron el respeto a sus identidades.
LOS HECHOS
Pese a que las manifestaciones públicas de miembros de la comunidad LGBT+ se remontarían al menos a 1924, si no tomamos en cuenta la vida y obra de William Dorsey Swan en pleno siglo XIX; los hechos ocurridos el 28 de junio de 1969 habrían marcado un parteaguas con repercusiones mundiales en la lucha por los derechos civiles.
Desde la década de los 60´s el distrito neoyorquino de Greenwich Village y su calle Christopher eran de los sitios más concurridos y habitados por la población queer, que se reunía en centros nocturnos más bien clandestinos para socializar, beber alcohol y vivir sus identidades sin el estigma social y el asedio de las autoridades. El ahora recinto histórico y monumento nacional Bar Stonewall Inn, que fue un restaurante-bar durante la década de los 50´s y posteriormente, tras ser comprado por jefes de la mafia italiana, un club nocturno frecuentado por personas de la comunidad LGBT+, también era cliente frecuente de las razzias que la policía de Nueva York realizaba periódicamente, de las cuáles los clientes eran avisados con el parpadeo de las luces de la pista de baile. Los agentes solían revisar los documentos de identidad de los presentes y llevar a la comisaría a quienes no estuvieran usando al menos 3 prendas que “coincidieran con su género”, normativa que obviamente afectaba a las mujeres trans, así como a las animadoras travestis y drag queen.
Pese a que la “nueva administración” del Stonewall tenía sobornada a la policía local, hecho que le permitía vender alcohol de dudosa procedencia aún sin licencia, luego de finalizada la inspección arbitraria de rutina, en esta ocasión el operativo habría sido llevado a cabo por agentes federales de la BAFT, que comenzaron a revisar los documentos de los presentes y a desalojarlos. Sin embargo todo se habría salido de control luego de que un oficial golpeara fuertemente a una de las asistentes, después de que esta también le pegara con su bolsa. Esto habría provocado que los presentes abuchearan y lanzaran monedas como proyectiles contra la policía, generando una respuesta aún más violenta de estos, que al intentar entre varios meter en una patrulla a un drag king y golpearle fuertemente la cabeza detonaron la confrontación violenta. Los policías sólo habrían atinado a atrincherarse en el bar para resguardarse de la muchedumbre enardecida, que por primera vez veía la oportunidad de responder ante los años de abusos y detenciones arbitrarias.
Aunque las versiones discrepan sobre quién fue el primero en hacer frente a los agentes o detonar la insurrección, resuenan los nombres de 3 mujeres como las iniciadoras: la drag queen y mujer trans afroamericana Marsha P. Johnson, su amiga Sylvia Rivera, también trans y de origen latinoamericano, quienes se cree que fueron las que se negaron a ser discriminadas por la policía, provocando la confrontación; así como el drag king y lesbiana “butch” Storme DeLarverie, quien llamó a los presentes a contraatacar luego de ser golpeada por varios agentes y ser herida en la cabeza por quejarse de lo apretadas que estaban sus esposas.
Otros nombres para recordar debido a sus acciones de esa noche son los de Tammy Novak, Craig Rodwell, Queen Allyson A. Allante, Zazu Nova.
Y fue así como sólo los granaderos pudieron hacer frente al infierno que sus compañeros habían desatado, pasando de recibir monedazos a piedras, bombas molotov y hasta un parquímetro que arrancaron del suelo.
La noche terminó con más de una docena de detenidos y agentes heridos, pero sería sólo un pequeño preámbulo de lo que esperaba a la siguiente, del domingo 25 de junio, en la que la cantidad de gente reunida era considerablemente superior. Dicho sea de paso, los medios de la época habrían intentado explicar los disturbios asegurando que la comunidad LGBT+ estaba fuera de control debido a la reciente muerte de la estrella de cine Judy Garland.
Tras dos días de tensa calma y lluvia, en los que las organizaciones civiles aprovecharon para reunirse y orquestar nuevas movilizaciones, los inconformes regresaron de nuevo en la noche para retomar la ofensiva contra las autoridades que custodiaban el lugar, prendiendo fuego a contenedores y bombardeándolos con botellas.
Si bien hubieron múltiples detenciones y una cantidad indeterminada de heridos, el polvorín que detonó esa noche se convertiría en el germen que dio nuevos brios a la lucha por los derechos de la población homosexual en Estados Unidos, que hasta entonces se limitaba a protestas pacíficas y actos de bajo perfil.
Cuatro meses después de lo ocurrido, la Conferencia regional del Este de Organizaciones Homófilas de Philadelphia sugeriría la conmemoración de los disturbios de Stonewall con una marcha, además de que se fundaron organizaciones como el Frente de Liberación Gay (GLF), o la Alianza de Activistas Gays (GAA), grupos que aunque se desintegraron pocos años después sentaron las bases del activismo LGBT en Estados Unidos tal como lo conocemos.
En el año de 1970 se realizó una marcha conmemorativa por el Día de la Liberación de Christopher Street, misma que ahora es recordada como la primera Marcha del Orgullo LGBT y recorrió alrededor de 50 cuadras, a través de las cuales consiguió aglomerarse una enorme cantidad de personas que marcharon pacíficamente hacia Central Park.
mfdo.