Luis Manuel Novelo
Continúan los señalamientos a los traidores en los partidos, de sus movilizadores, e incluso de sus dirigentes, luego de las elecciones en las que MORENA ganó de manera aplastante en el Valle de México. En Tlalnepantla por ejemplo ¿Cómo querían los del PRI o los del PAN que les fuera bien si hasta su misma gente los traicionó?
En el caso del PRI en Tlalnepantla, el supuesto priista y líder movilizador Raúl Montoya se entregó a los brazos de los morenistas y pasó información de los 25 mil movilizadores que comandaba, lo que hizo más dura la derrota de Luis Manuel Orihuela. Ahora, muchos ex priistas que todavía en julio se decían tricolores, se exhiben en fotografías como grandes morenistas; no sólo Montoya, sino también Christian Pliego, Sergio Martínez y muchos más identificados con
Pablo Basáñez y Arturo Ugalde.
En Toluca el que dejó enojados a sus colaboradores fue el candidato del PAN a la presidencia municipal Gerardo Pliego Santana, ya que después de la derrota no les pagó nada de lo que les había ofrecido ¿Y así cómo quieren levantarse o tener esperanza de recuperar el poder los panistas y priistas?
En Atizapán de Zaragoza, un empleado de la Jurisdicción Sanitaria hizo una carta al secretario de Salud Gabriel O’Shea para que ponga fin a los probables excesos del titular del área Alfonso López Rodríguez, quien además de supuestamente tener en nómina a amigos y familiares, deja sin gasolina a los vehículos oficiales, mismos que utiliza para su beneficio personal y lo peor es que los empleados laboran en un ambiente hostil y humillante debido a la supuesta prepotencia de este hombre. Lo peor es que al enterarse el doctor de esta misiva que se hizo llegar al secretario de salud, los encaró a sus empleados y les dijo que a él “se la pelan”. Finísimo personaje.
Los diputados locales electos de MORENA, hasta los que siguen peleando sus pluris en tribunales, die- ron a conocer su agenda legislativa y juraron que serán austeros. Ojalá.
