Tras salida de Urzúa, panorama económico de México es alarmante: WSJ

Ciudad de México.- Tras la renuncia de Carlos Urzúa a la Secretaría de Hacienda, “la confianza empresarial, que ya era inestable, se ha visto aún más dañada” y esto no podrá repararse mientras el presidente Andrés Manuel López Obrador “continúe centralizando el poder y burlando el estado de derecho“, señaló una editorial del periódico estadounidense The Wall Street Journal (WSJ).

La columnista Mary Anastasia O’Grady, encargada del escrito, refirió que el peso se ha mantenido estable, pero que la inversión comenzó a salir de México en otoño pasado, cuando el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) anunció que cancelaría el Nuevo Aeropuerto Internacional de México a pesar de que tenía un avance de 40 por ciento.

La crítica de este medio internacional se sumó a las que previamente han señalado que la economía del país corre un riesgo tremendo, debido a que "la confianza empresarial, que ya era inestable, se ha visto aún más dañada" con la carta de renuncia de Urzúa Macías, que no ha pasado desapercibida, sobre todo por los señalamientos que realiza y en contra de quién los realiza.

"La carta de renuncia del Sr. Urzúa sugiere que detrás de la escena hay aún más razones para entrar en pánico", señaló la publicación.

El WSJ sentenció que López Obrador, "ha estado en libertad condicional con inversionistas desde que fue elegido hace un año", pero que la cancelación del aeropuerto de Texcoco fue la gota que derramó el vaso con ese sector.

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De acuerdo con la columnista, el hecho de que López Obrador señalara a Urzúa como uno de los simpatizantes del modelo neoliberal, fue el mayor insulto que se ganó el exfuncionario “por cuestionar a los compinches de AMLO y las prioridades de gasto”.

Cabe señalar que el sábado pasado la Revista Proceso publicó una entrevista con Urzúa, en la que el exfuncionario federal señaló que la injerencia a la que hizo alusión, es porque Alfonso Romo, Jefe de la Oficina de la Presidencia, tiene una visión conservadora y se atribuye competencias que no le corresponden, como por ejemplo, nombrar a los jefes de la autoridad tributaria y dos importantes bancos de desarrollo de propiedad del gobierno.

IMCM