Viene la campaña

 

Conforme se acerca el inicio de las campañas políticas en los estados donde se renovarán gubernaturas (Coahuila, Estado de México y Nayarit) observamos que la forma de determinar quién será candidato varía de manera considerable dependiendo de la injerencia que el Comité Ejecutivo Nacional (CEN) de cada partido tenga y el conocimiento que los precandidatos lograron durante la precampaña. Las prioridades de los tres partidos con posibilidades de ganar en estas contiendas (PAN, PRI y MORENA) también deben analizarse.

En el Estado de México, es evidente que el PRI tiene la prioridad de ganar. Nunca ha perdido este estado. Para garantizar esto, recurrió a un método de selección que garantizara la menor confrontación dentro del partido. Paulatinamente, los precandidatos se retiraron de la contienda hasta dejar solo a uno. La gente no opinó.

MORENA utilizó la simulación. Independientemente de que hubo otros precandidatos, fue evidente que esto fue para permitir a Delfina Gómez, hoy candidata, realizar actos de precampaña. Ella cuenta con el apoyo de Andrés Manuel López Obrador quien, como en 2016 en Veracruz y otros estados, participará en eventos de apoyo.

El PAN presentó diversos precandidatos con arraigo regional y una con reconocimiento nacional. El CEN no permitió que hubiese un desgaste.
Realizó una encuesta. Hoy, los otros precandidatos trabajan con quien es la candidata para hacer un proyecto conjunto.

Ahora bien, el retiro de los contendientes no es representativo de la voluntad popular y la simulación tampoco toma en cuenta a la gente.
Sin embargo, realizar una encuesta para determinar quién debe representar a un partido político sí demuestra un avance en cuestión de representación. La gente debe participar en las decisiones de gobierno, más allá de votar por los candidatos que aparecen en la boleta el día de la elección. Los partidos políticos deben velar por los intereses de la gente y los gobiernos en funciones no deben participar en estas actividades.