“Hueso”, el perro que dejó las calles para enrolarse como rescatista

A partir de 2010, la vida del perrito “Hueso” cambió. Este perro mestizo fue abandonado en las inmediaciones de la Basílica de Guadalupe por algún peregrino durante dicho año, sin embargo, y luego de deambular por varios días, fue rescatado por Javier Sotomayor, Rector del Instituto Superior Tecnológico de la Cruz Roja, quien lo entrenó para ser rescatista.

Ahora, además de pertenecer al Grupo de Rescate Acuático de la Cruz Roja y también de ser miembro del Programa de Manejadores de Perros de Búsqueda y Rescate de la UNAM, se perfila como uno de los perros más avanzados en tareas de emergencia.

Cuando “Hueso” entra en acción sólo le basta portar un chaleco rojo de la Cruz Roja Mexicana, mismo que lo distingue como un voluntario canino.

Tras aprender al derecho y al revés el oficio de rescatista, este héroe de cuatro patas lidera una Unidad Canina de rescate conformado por “Cairo”, “Baco” “Geri” y “Gala”, cuatro pastores belgas y “Mina”, una labradora.

Durante los últimos días, los seis cuadrúpedos han apoyado en las tareas de búsqueda y rescate en un inmueble colapsado en la zona de Lindavista, acumulando un total de 72 horas efectivas, esto luego de que un sismo de magnitud 7.1 sacudiera a la Ciudad de México.

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