Restauran 'La Sombra del Caudillo' en la Cineteca Nacional

Kevin Aragón  

Ciudad de México.-Se dice que a principios de la década de los sesenta el ejército mexicano entró a las instalaciones de los Estudios Churubusco y extrajo, para evitar su estreno comercial, el original de una película que en 1961 había sido aclamada por la crítica europea durante el Festival Internacional de Cine de Karlovy Vary, en Checoslovaquia: La sombra del caudillo, del director duranguense Julio Bracho, basada en la novela homónima de Martín Luis Guzmán. 

Aún a la fecha, no se conoce el paradero del negativo original de esta película que figura entre las 100 más importantes en la historia del cine mexicano. Sin embargo, fue gracias a la circulación clandestina de algunas copias en formatos caseros que esta obra se pudo conservar hasta su estreno oficial en 1990 en la Cineteca Nacional, durante el gobierno de Salinas de Gortari, en un gesto de libertad de expresión.

Ahora esas mismas cintas, junto con otras posteriores al estreno, han permitido a los especialistas de la Cineteca Nacional restaurar este icónico filme que retrata la corrupción y el nepotismo del gobierno mexicano, aún militar, durante los años postrevolucionarios. 

“Es muy difícil saber cuál es la verdad, algunos dicen que el Sindicato de Técnicos y Manuales, quienes detentan los derechos de la película, resguardó una copia del material, y que gracias a ello sobrevivió. Otros cuentan que cuando regresó la cinta del festival en Checoslovaquia fue escondida y a partir de ella se hicieron duplicados del negativo por lo que se dio a conocer en México y circuló de forma clandestina”, cuenta en entrevista Carlos Edgar Torres Pérez, subdirector de Preservación de acervos de la Cineteca Nacional.

El mismo especialista cuenta que el trabajo de esta restauración fue un largo proceso de investigación y procedimientos técnicos que comenzaron en realidad en 2016, cuando en el MoMA de Nueva York se llevó a cabo una retrospectiva del director Julio Bracho, quien, según su hija Diana Bracho, vio mermada su carrera cinematográfica tras la censura de esta película. El proyecto continuó con la digitalización de la de la cinta por la Filmoteca de la UNAM en 2016 y la misma Cineteca Nacional en 2019. 

ALCALDIA

“No encontramos escenas adicionales. De hecho, hicimos una búsqueda exhaustiva de los cuadros que de pronto faltan, pero no los encontramos. Pareciera que todas las copias salieron de una misma matriz, lo único que sí hayamos de diferencia en una de las cintas es un prólogo de una lectura de texto que hace Martín Luis Guzmán con el reparto y en que le entrega en las manos el guion a Julio Bracho”, menciona Torres Pérez, como resultado de la revisión de las cintas. 

Como suelen hacerse con otros documentos fílmicos, explica Torres Pérez, —tras la revisión física de los soportes en que estaba esta película, así como de una investigación previa—el proceso de restauración inició con la proyección de las cintas en sus formatos originales y con equipo de época: “Un privilegio que aún tenemos en la Cineteca Nacional, pues contamos con el equipo y técnicos capaces de llevarlo a cabo. Lo hacemos para que nuestros restauradores capten la esencia de la película. Nadie se atrevería a tocar un Monet o un Picasso o alguna otra obra de arte importante sin conocerla cabalmente”. 

Para esta restauración se revisaron cuadro por cuadro 10 copias, compuestas entre 6 y 12 rollos, de las cuales seleccionaron la que presentaba un mejor estado. Luego pasaron a ser digitalizadas en imagen y sonido para su restauración digital, a través de programas especializados que quitan el polvo y las rayas en la imagen, que mejoran el foco de algunos cuadros, y que estabilizan la película de vibraciones y cortes que se producen por el cambio natural de los rollos. A demás se hizo una estabilización de color, que, para este caso, al ser una obra concebida en blanco y negro, es equivalente a su calibración de luces y sombras. 

Todo este proceso se llevó a cabo considerando la tecnología con la que fue grabada la película, la dirección del mismo Julio Bracho y la fotografía de Víctor Herrera, pues al ser una película de un alto valor histórico se trata de preservar su esencia original.   

“Hoy en día es muy fácil hacer cosas que, para nosotros los restauradores, nos parecen aberraciones, como poner una película en un formato moderno y colorearla a pesar de que esta haya sido concebida y hecha en blanco y negro.  Eso atenta contra las normas de restauración, por lo que no se puede llamar como tal. Ni el conocido caso de la película Macario ni ninguno de otras películas que circulan en internet son oficiales”, agrega el especialista.  

Si bien, esta nueva restauración de La sombra del caudillo, fue hecha pensando en su proyección en salas de cine —como se realizó el mes pasado—, aún se puede consultar yendo al acervo de la misma Cineteca Nacional, el cual es muy vasto al tener más de 14 mil títulos de películas —algunas en este mismo proceso de restauración— y más de 300 mil piezas iconográficas. 

En la entrevista, Torres Pérez afirmó que el mayor reto de esta restauración fue no contar con el original de la cinta, aún envuelta en el misterio y la especulación, pues se cree que ésta puede estar perdida entre los cientos de archivos del Banco de México o en las bóvedas de la Secretaría de Defensa Nacional.