EFE
Madrid.- La cabeza y los pies de la selección polaca, el entrenador Czeslaw Michniewicz y el artillero Robert Lewandowski son probablemente las únicas certezas de un equipo que llega a Qatar sin grandes esperanzas.
El míster polaco, que tomó las riendas de los rojiblancos en enero, ha continuado con sus cábalas durante la 'ventana' de junio de la Liga de Naciones y en el que Polonia ha tenido un recorrido decepcionante cerrado con una derrota en casa contra Bélgica (0-1).
La buena actuación del portero Wojciech Szczesny, que evitó males mayores en más de una ocasión durante el torneo, fue tal vez la mejor noticia de un equipo en horas bajas que fue capaz de cosechar una victoria contra Gales (2-1).
La retirada de la selección el año pasado de Lukasz Fabianski deja a las claras que Szczesny será el portero titular de salida de ahora en adelante. Ni siquiera Lewandowski, nuevo jugador del F.C. Barcelona, ha brillado como es habitual en él en sus últimas convocatorias con la selección, y en cualquier caso, la escuadra polaca ya ha dejado patente que no tiene muchos vagones que puedan seguir el ritmo de la locomotora "Lewy".
Por ello el rendimiento total del equipo depende demasiadas veces de un solo hombre. Con seguridad, Qatar será la última aparición en un Mundial del mejor futbolista polaco de todos los tiempos, y toda Polonia confía en que el deseo de sellar su carrera internacional con una más de sus actuaciones épicas le impulse a echarse a las espaldas al equipo y tirar de sus compañeros.
La experiencia de Kamil Grosicki, Kamil Glik y Grzegorz Krychowiak puede añadir consistencia a un combinado cuya nómina, según ha dejado claro el seleccionador polaco, está aún sin cerrar. No hay que olvidar que Polonia consiguió el billete a Catar casi de carambola, pues su segundo puesto en el grupo de clasificación para el mundial le obligó a jugar la repesca, una tarea que quedó simplificada tras la descalificación de Rusia.
Una victoria por 2-0 en casa frente a Suecia certificó la novena clasificación mundialista en la historia de los polacos. Si la política le echó una mano a los de Michniewicz para llegar a Qatar, asuntos igualmente extra deportivos permitirán que el defensa del Aston Villa Matty Cash pueda ser convocado a pesar de no haber pisado suelo polaco en toda su vida hasta hace pocas semanas. Gracias a su naturalización por ascendencia polaca, el lateral derecho de 24 años vestirá la camiseta nacional de un equipo muy necesitado de solvencia en la retaguardia.
La lista de candidatos para la alineación final podría incluir a Jan Bednarek, defensa del Southampton, mientras que otros jugadores que ya fueron convocados anteriormente, como Marcin Kaminski, Tomasz Kedziora y Przemyslaw Placheta, no han terminado de convencer al míster y se han descolgado de las últimas convocatorias.
Las lesiones de Jakub Moder y Frystian Bielik, más favorecidos por las preferencias del míster, pueden hacer que finalmente Mateusz Klich viaje a Qatar, donde sus asistencias a Lewandowski pueden ser muy valiosas.
Karol Linetty, del Torino, es otro de los "exportados" que deberá mejorar mucho en su club para recobrar la confianza del seleccionador. Jakub Kiwior, que aportó la tan necesitada seguridad en sus apariciones frente a Bélgica y Holanda y ha completado un buen año en el Spezia, también podría auparse, a falta de algo mejor, hasta el once inicial de Polonia.
En definitiva, Qatar se presenta como una buena ocasión para que los polacos tengan mucho que ganar y poco que perder debido a una realista falta de pretensiones. La despedida de Lewandowski de la arena internacional puede ser lo único que celebrar para una selección en período de transición y llena de incógnitas.
