Depay rescata a Países Bajos en Polonia y los pone con un pie en el Mundial

Memphis Depay

Varsovia.- El equipo de Países Bajos, dirigido por Ronald Koeman, logró un valioso empate 1-1 en su visita a Polonia, un resultado que los deja virtualmente clasificados para el próximo Mundial. El punto crucial fue asegurado gracias al oportunismo de Memphis Depay, el atacante del Corinthias.

Depay se ha consolidado como un jugador clave para su selección. Sus goles, que ya suman hasta ocho en la fase de clasificación, han sido fundamentales para mantener a Países Bajos en la senda correcta. 

Con este resultado, a Países Bajos le bastaría con un empate o, muy probablemente, incluso con una derrota en la última jornada frente a Lituania, para asegurar matemáticamente su presencia en la Copa del Mundo.

El estatus de la clasificación: Una ventaja casi definitiva

La clasificación de Países Bajos es prácticamente un hecho. Su posición se ve reforzada por una contundente diferencia de goles de +19, en comparación con el +6 que ostenta Polonia.

Para que Polonia tuviera una oportunidad real de revertir la situación, necesitaría lograr una hazaña histórica: humillar a Malta con una goleada y esperar simultáneamente una derrota de los hombres de Koeman. Esta situación evoca recuerdos de eventos lejanos, como el famoso España 12-Malta 1 de 1983.

Para Polonia, este partido era crucial; el equipo necesitaba la victoria para mantener viva la esperanza de disputar por segunda vez en su historia tres Mundiales consecutivos. El combinado polaco solo había logrado tal racha entre Alemania 1974 y México 1986, acumulando hasta cuatro participaciones seguidas en aquel entonces.

La iniciativa polaca y la reacción naranja

El partido representó una misión complicada para el técnico polaco, Jan Urban, ya que Países Bajos era considerado el rival a vencer en el Grupo G. Antes de este encuentro, solo Polonia había logrado alterar mínimamente el paso firme de sus rivales, consiguiendo un empate en el partido de ida.

Con jugadores clave como Lewandowski y De Jong en el campo, Polonia tomó la iniciativa desde el inicio. Apenas transcurrido el primer minuto, Zalewski, centrocampista del Atalanta, tuvo una oportunidad clarísima al rematar fuera un servicio de Cash.

Países Bajos tardó aproximadamente veinte minutos en sacudirse el dominio polaco. Fue Malen quien intentó reactivar a sus compañeros con un par de intentos, aunque sin amedrentar al equipo de Urban.

La recompensa para Polonia llegó justo al borde del descanso: Kaminski robó el balón en su campo, se lanzó al ataque, hizo una pared con Lewandowski y se plantó solo ante Verbruggen, sin fallar el mano a mano y poniendo el 1-0 en el marcador.

El gol del empate y el cierre del encuentro

La alegría polaca, sin embargo, duró muy poco, exactamente dos minutos. Depay apareció inmediatamente para empatar el duelo.

Aunque el portero Grabara realizó una intervención "descomunal" ante un cabezazo de Malen, Polonia no pudo evitar el oportunismo del delantero del Corinthias, quien recogió el rechace para asegurar el rescate de su selección.

Con la mayor parte de la segunda mitad por delante, Polonia intentó buscar el gol que le permitiera seguir soñando con la clasificación directa. No obstante, Países Bajos "durmió el partido" y controló la situación. Solo hacia el final, Verbruggen tuvo que intervenir ante un disparo de Skoras, después de un mal despeje de Van de Ven.

La parada de Verbruggen, sumada al gol de Depay, fue suficiente para Países Bajos, que acaricia el Mundial. Solo un milagro les impediría obtener la clasificación.

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