'Perdí la objetividad como nunca', Rafael 'Guama' Puente se disculpa con reportera

Foto: @rafapuente_espn

Ciudad de México.- El comentarista de ESPN, Rafael Puente Suárez, ofreció una disculpa a la reportera Adriana Maldonado, de igual manera a la audiencia y a la empresa para la que él trabaja, luego de que en el programa de Futbol Picante insultara a la periodista cuando ésta daba un informe en vivo desde la Cantera del Club Universidad, previo a la presentación de Antonio “Turco” Mohamed como el nuevo director técnico de Pumas.

El incidente ocurrió cuando Maldonado hizo referencia a las medidas que tomó la directiva universitaria tras los malos resultados obtenidos por el equipo durante la gestión de Rafael Puente del Río, hijo del comentarista deportivo y exportero del América.

“(El tema económico) se platicó con la gente de Rectoría porque querían apagar prácticamente este incendio que dejó Rafael Puente del Río con el plantel durante su corta gestión”, apuntó la reportera, lo que desató la reacción del “Guama” que murmuró a sus compañeros “Hija de… toda estúpida”.

El incidente desató de inmediato reacciones en redes sociales, incluso periodistas como David Faitelson y José Ramón Fernández, condenaron la falta de respeto de la que fue víctima Adriana Maldonado. 

Ante este panorama, el “Guama” Puente publicó en su cuenta de Twitter, antes de la media noche de ayer, un comunicado en el que se dice profundamente apenado por lo sucedido y destacando la honestidad, valentía y objetividad de Adriana Maldonado.

“Nunca debí siquiera pensar lo que terminé diciendo y por eso, le ofrecí una disculpa a mi compañera Adriana Maldonado y a todas y a todos los que dedican su vida a reportear de manera objetiva y veraz como Adriana… Perdí la objetividad como nunca lo había hecho”, se lee en el texto difundido por Puente.

Agrega que su familia está pasando por un mal momento, luego de que Rafael Puente del Río dejó la dirección técnica de Pumas, por lo que han reaccionado “erróneamente, protegiéndolo”.

“Rafael es un adulto y como tal, tomó la situación con filosofía, sabiendo que una derrota es sólo un escalón más en el camino al éxito y lo admiro por eso…. Pero yo, su padre, fue el que demostró no estar a la altura de las circunstancias y en una acción que carece de razonamiento, terminé hiriendo a una compañera de trabajo que no lo merecía”, destaca.

  
Comunicado íntegro:

A Adriana Maldonado, con la que ya me disculpé en persona y ahora lo hago de manera pública.

A la audiencia a la que nos debemos todos los que en este oficio estamos.

A ESPN que ha inculcado en todos los que aquí trabajamos valores como el trabajo en equipo, la creatividad, la integridad y la calidad en todo lo que hacemos.

Escribo estas líneas con profunda pena por lo sucedido.

Nunca debí siquiera pensar lo que terminé diciendo y por eso, le ofrecí una disculpa a mi compañera Adriana Maldonado y a todas y a todos los que dedican su vida a reportear de manera objetiva y veraz como Adriana.

Perdí la objetividad como nunca lo había hecho.

Lo sucedido en los últimos días con mi hijo Rafael y su carrera en el futbol nos afectó como familia y hemos reaccionado, erróneamente, protegiéndolo.

Rafael es un adulto y como tal, tomó la situación con filosofía, sabiendo que una derrota es sólo un escalón más en el camino al éxito y lo admiro por eso.

Pero yo, su padre, fue el que demostró no estar a la altura de las circunstancias y en una acción que carece de razonamiento, terminé hiriendo a una compañera de trabajo que no lo merecía.

Reconozco en Adriana la integridad y honestidad de explicar la noticia como la explicó, aún sabiendo que yo estaba presente. Eso es, precisamente, el periodismo que se enseña en ESPN. Eso es ser honesta, valiente y objetiva, características que tanto se necesitan hoy en el mundo en que vivimos.

Sólo puedo aspirar a intentar corregir mi error con estas palabras y sobre todo, con acciones.

A los que me conocen, les pido una disculpa por haberles fallado de esa manera.

A la audiencia, le ofrezco una profunda y sentida disculpa, con la promesa de nunca olvidar la lección de objetividad que nos mostró a todos Adriana.