Hazme Valer: artesanías hechas en prisión que buscan romper el estigma y dignificar el trabajo
Una réplica de la Basílica de Guadalupe, elaborada con madera cortada con láser y pintada a mano, recibe a los visitantes del proyecto Hazme Valer. Aunque su nivel de detalle remite a talleres altamente especializados, la pieza fue realizada por una Persona Privada de la Libertad (PPL) en un centro penitenciario de la Ciudad de México.
La artesanía forma parte de Hazme Valer, una iniciativa impulsada por la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) a través de la Subsecretaría del Sistema Penitenciario, que desde 2019 busca comercializar productos elaborados por internos en distintos reclusorios de la capital.
Más allá del ingreso económico, el proyecto tiene un objetivo de fondo. En entrevista con Diario de México, Gaspar Blancas Lara, director ejecutivo de Trabajo Penitenciario, explicó que la finalidad es impulsar la reinserción social y dignificar la vida a través del trabajo.
Dignificación del trabajo, otra forma de reinserción
A través de talleres penitenciarios, muchas PPL han descubierto habilidades que desconocían. Las piezas que producen abarcan desde crochet, repujado y cartonería, hasta muebles, pintura al óleo y papel maché. En su mayoría, los objetos se elaboran con materiales reciclados y herramientas limitadas.
Blancas Lara subraya que uno de los logros del programa es que los internos revalorizan su trabajo y a sí mismos, permanecen activos y productivos, y en muchos casos apoyan económicamente a sus familias, incluso durante su reclusión. Además, adquieren oficios que pueden ejercer al recuperar su libertad.
Una alternativa contra el estigma
Aunque los productos compiten en calidad con otros del mercado, el estigma penitenciario aún influye en la decisión de compra. Por ello, Hazme Valer busca visibilizar el talento y profesionalismo que existe al interior de los centros penitenciarios.
Actualmente, los productos pueden adquirirse a través de redes sociales oficiales o en las tiendas físicas ubicadas en Calle Victoria 82, Centro Histórico, y Calzada San Antonio Abad 130, en la Ciudad de México.