Violencia extrema suspende Independiente vs U. de Chile en Copa Sudamericana

Violencia extrema suspende Independiente vs U. de Chile en Copa Sudamericana

Ciudad de México.- Lo que debía ser una fiesta de futbol sudamericano terminó en uno de los episodios más oscuros de la Copa Sudamericana 2025. El duelo de vuelta por los octavos de final entre Independiente de Avellaneda y Universidad de Chile fue cancelado tras graves incidentes de violencia en el Estadio Libertadores de América. El árbitro uruguayo Gustavo Tejera decidió suspender el encuentro al minuto 48, cuando el marcador estaba 1-1, por la falta de garantías de seguridad.

La CONMEBOL confirmó poco después la cancelación definitiva del compromiso, dejando a la eliminatoria en el aire y con un futuro cargado de sanciones.

La violencia dejó un panorama desolador: al menos 10 heridos de gravedad, tres en estado crítico —entre ellos un aficionado chileno—, y cerca de 90 detenidos, en su mayoría simpatizantes de Universidad de Chile.

Las escenas transmitidas por televisión mostraron la crudeza del enfrentamiento: butacas, bloques de concreto, palos, barras de hierro e incluso inodoros fueron lanzados desde las gradas por hinchas visitantes hacia la zona de la afición local. Además, se registraron incendios en las tribunas y destrozos en baños e instalaciones del estadio.

La intervención tardía de las fuerzas de seguridad agravó la situación. Cuando los efectivos intentaron desalojar a los visitantes, hinchas de Independiente irrumpieron en la tribuna, provocando una brutal pelea cuerpo a cuerpo. Videos en redes sociales mostraron agresiones, robos de ropa y hasta aficionados obligados a retirarse desnudos mientras eran golpeados con palos.

Algunos seguidores de la U de Chile saltaron desde varios metros de altura para huir, resultando gravemente lesionados.

La CONMEBOL anunció que el caso será remitido a sus órganos disciplinarios para determinar sanciones. En un comunicado, el organismo habló de “falta de garantías de seguridad por parte del club local y de las autoridades”, adelantando que habrá medidas ejemplares.

El presidente de Independiente, Néstor Grindetti, responsabilizó a la afición chilena, asegurando que los desmanes iniciaron “únicamente en la tribuna visitante” y que Universidad de Chile debe recibir la sanción.

Desde el otro lado, el dirigente universitario Daniel Schapira lamentó los hechos pero criticó la organización, señalando que ubicar a los hinchas visitantes sobre los locales fue “una locura” que detonó la violencia.

Incluso el presidente de Chile, Gabriel Boric, condenó lo ocurrido, calificándolo de irresponsabilidad organizativa y exigiendo protección para los ciudadanos chilenos heridos y detenidos en Argentina.

Este no es un hecho aislado. En abril, un partido entre Colo Colo y Fortaleza también fue suspendido por incidentes de hinchas chilenos con el mismo árbitro, Gustavo Tejera. En aquella ocasión, Colo Colo fue sancionado con la eliminación, multas y cierre de estadio.

La violencia en el fútbol chileno es una crisis persistente: episodios violentos se repiten en categorías profesionales, amateur e inferiores, en un contexto donde clubes mantienen vínculos con barras bravas que operan con impunidad.

Los incidentes en Avellaneda confirman la necesidad de estrategias más estrictas de seguridad y mayor responsabilidad de clubes, autoridades y organismos deportivos. La Copa Sudamericana queda ahora manchada por un nuevo episodio de barbarie, en el que la pelota quedó en segundo plano frente a la violencia descontrolada.

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