Botswana, el paraíso de los elefantes que se convirtió en infierno

Botswana.- Esta semana el mundo se conmocionó ante la noticia de que encontraron los restos de 87 elefantes que fueron mutilados en Botswana.

El hecho no sólo sobresalió por la gran cantidad de ejemplares que halló la ONG Elefantes Sin Fronteras, tampoco por la brutalidad con la que se presumen fueron asesinados; sino porque Botswana se considera como “el último santuario de elefantes” que hay en África, sin embargo, el escenario que dejó la matanza es desolador.

“La escala de muertes por cacería furtiva es la más grande observada en África. Cuando comparo esto con la cifras y los datos del gran censo de elefantes que realicé en 2015, estamos registrando el doble del número de elefantes recién capturados que en ningún otro lugar de África”, expresó Mike Chase de Elefantes sin Fronteras.

Después de hacer ciertos análisis y estudios, la ONG confirmó que los elefantes fueron asesinados por sus colmillos ya que les fueron arrancados cruelmente. Agregaron que el tráfico de marfil es una actividad que comenzó a crecer desde mayo pasado, pero la unidad que combatía a los “cazadores furtivos” en el país, está desarmada.

África es un continente en el que se puede apreciar la belleza de estos mamíferos en su hábitat natural y hay más 135 mil ejemplares; sin embargo, también son una especie amenazada ya que muchos los matan por sus colmillos de marfil que venden en el mercado negro a altos costos.

En abril de este año, en Mozambique se incautaron tres toneladas de marfil, lo que, según las autoridades, equivale a cerca de 400 elefantes.

Vah