Buscará Fernando la verdad por cuenta propia

Por: Erick Sánchez 
@sanher1107

Fernando Sánchez Lira, quien perdió a su madre y hermana en el edificio colapsado de Bolívar 168, luego del temblor del 19 de septiembre, narró el fatídico día como localizó el cuerpo de su madre gracias a un reloj, al cual, un día antes le había cambiado la pila.

CONOCE LA PRIMERA PARTE DE ESTA HISTORIA: A la 1:14 el reloj detuvo su marcha y cambió mi vida


Su mamá era María Teresa Lira Infante, oriunda de León, Guanajuato, pero vivió la mayor parte de su vida en Tepito. Se casó desde los 15 años con su esposo Fernando Sánchez Altamirano, y formaron una familia; tuvieron cuatro hijos, quienes la convirtieron en abuela de siete nietos.

Una de sus hijas, María Elena Sánchez Lira, también falleció en el colapso del edificio en Bolívar 168. Al igual que su madre, su cuerpo fue hallado en el lugar la noche del 20 de septiembre.

Fue trasladada al Semefo de Niños Héroes, donde su esposo la reconoció y dio aviso a Fernando, quien ya se encontraba buscado la ropa de su mamá.

En ese momento la familia se movilizó para llegar al lugar. Arribaron a las instalaciones y horas después, el dueño de la empresa, “Antonio”, como se hace llamar, llegó para dar las condolencias y poder despedirse de sus trabajadoras.

Han Sup Cho, nombre real del empresario, iba acompañado de un joven, el cual pudo relatarles cómo rescataron el cuerpo de su madre; en ese momento le contó una historia a Fernando que hasta el día de hoy no recuerda al cien por ciento.

Le platicó que María Teresa había salido con vida, situación que lo llenó de estrés, pues no quería saber que su madre había sufrido al momento del derrumbe, él hubiera elegido que la dramática situación terminará rápido. “Él me dijo que mi mamá había salido con vida, no recuerdo si me dijo que alcanzaron a cruzar algunas palabras o miradas, no quise escuchar más.

"Al parecer murió en la ambulancia. No quiero pensar más porque me dijo que las habían sacado como a las 10 de la noche, entonces fue mucho tiempo, no quiero pensar cuánto sufrió mi mamá”, recordó. Fernando está en busca de hacer justicia por su madre y hermana, pide a las autoridades que puedan atenderlo y aclarar el caso. Hizo un llamado al jefe de Gobierno de la Ciudad de México, Miguel Ángel Mancera, para que no los olviden.


El edificio de Bolívar 168, asegura, ya estaba boletinado desde el temblor de 1985, acusan que desde esa fecha el lugar no podía soportar tanto peso, pues el inmueble tenía siete pisos, pero luego de aquel terremoto lo redujeron a cuatro.

Se pregunta cómo permitieron que el lugar fuera construido con varillas de media pulgada, pues con el peso de las máquinas, la subestación eléctrica y la antena con la que contaba no podrían mantener el inmueble de pie, ya que fueron varios sismos que sufrió el lugar.

Fernando solicita que las autoridades vayan más allá, pues desde el 19 de septiembre no han podido dar a conocer quién es el dueño del lugar, sólo se sabe que era manejado por la empresa Inmobiliaria Inmobico S.A.con sede principal en Santa Fe.  Una licenciada que les ayuda en el caso le dio posibles arrendatarios, entre ellos un político o un judío de apellido Azkenasi, el cual falleció el mismo día del temblor.

Por su propia cuenta ha decidido echar andar una investigación, pues ni autoridades gubernamentales ni el dueño de Seo Young han dado respuesta a su petición y lo único con lo que cuentan es con el RFC SYI-080905-DP5 y con el Número Patronal: Y584731100 de la empresa, pero continúan las pláticas.

Por parte de la Procuraduría se puso en marcha una investigación por el delito de Responsabilidad de Directores de Obra con número de registro CI-FCH/CU-P/UI15/0/03693/09-2017, pero no se han dado detalles ni avances de dicho expediente.

Asimismo, Fernando pretende recuperar los objetos personales de su madre que ese día traía, pues sólo tiene la foto de una credencial con la que María Teresa ingresaba gratuitamente al Metro. Se cuestiona por qué levantaron tan rápido los escombros y por qué las autoridades limpiaron el lugar tres días después. Ahora está a la espera de recuperar las pertenencias de su mamá, pues no sabe dónde quedaron, si se fueron a la basura o el Ejército se las quedó.

Pero para Fernando la cuestión es seguir en lucha por la omisión de las autoridades. Él cambiaría todo por tener 10 minutos más a su madre y hermana.

“A mí me gustaría ver a mi mamá diez minutos más, les juro que yo no quiero más, verla una vez; va ser imposible, pero lo cambiaría. Poderla abrazar por ultima vez y ya, pero mira tenemos que hacer esto”, finalizó Fernando.