Confirma PGR que restos hallados en Nayarit sí son de agentes

La Procuraduría General de la República (PGR), confirmó que los restos hallados en el municipio de Jalisco, Nayarit, sí pertenecen a los miembros desaparecidos que pertenecían a la Agencia de Investigación Criminal (AIC).

La PGR notificó la desaparición de Octavio Martínez Quiroz y Alfonso Hernández Martínez, de quienes se desconocía su paradero desde el pasado 5 de febrero. Ambos agentes fueron “levantados” por miembros del Cártel Jalisco Nueva Generación.

Luego del hallazgo, la Coordinación General de Servicios Periciales dio inicio a las pruebas correspondientes, es decir, estudios de genética forense, a fin de identificar si se trataba de los agentes.

Al dar corroborar que los restos sí son de los desaparecidos, la dependencia federal lamentó los hechos y expresó solidaridad para con la familia, al tiempo que anunció que, los cuerpos, ya han sido entregados. Familiares de los ahora occisos, han recibido apoyo psicológico por parte de la dependencia.

“La PGR, en coordinación con otras instituciones de seguridad del Gobierno de la República, continúa con los trabajos para dar con los responsables de este deplorable suceso”, aseveró.

Los agentes Martínez Quiroz y Hernández Martínez se encontraban de vacaciones en la entidad en compañía de otros agentes de la AIC, con motivo de asistir a un bautizo mientras aprovecharon el puente vacacional con motivo del 5 de febrero, cuando fueron privados de su libertad por miembros del crimen organizado.

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Dos de los agentes que los acompañaban sí regresaron a la Ciudad de México después de acudir a dicho evento, por lo que de inmediato dieron aviso de la desaparición de los agentes, quienes estaban adscritos a la Dirección General de la Unidad para el Combate al Delito de Secuestro de la Policía Federal Ministerial.

A los agentes desaparecidos se les vio en un video, mismo que circuló en redes sociales, portando playeras con las siglas de la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (Seido) y rodeados por sujetos que portaban armas de grueso calibre.