De dibujos, de Fuentes, de procesos y de correos del otro mundo

Por Gerson Gómez Salas 

“Los dibujos”, de Gerardo Cantú
Hermosa edición donde se premia la calidad. Gerardo Cantú es un pintor que sabe retratar con singular sentimiento la diaria realidad de las cosas. Sus mujeres, sus flores que flotan increíbles en los espacios azules, verdes, amarillos de sus cuadros, transmiten luces y sombras de humor, alegría, tragedia a veces, belleza siempre.

Hoy nuestra Máxima Casa de Estudios presenta con orgullo esta obra que forma parte de la colección Imágenes del tiempo, en donde se recoge una extensa muestra de sus dibujos, y a la que seguirán otros volúmenes que mostrarán sus murales, sus grabados  y sus litografías, y que intentarán dar una idea clara del artista, de su pensamiento y su verdad, de un notable universitario que lleva en sus creaciones el mundo que sueña y vive desde hace ya 86 años.

“La escritura infinita. Conversaciones con Carlos Fuentes”, de Carlos Rubio Rosell
La escritura de Carlos Fuentes es infinita porque sus repercusiones no cesan. Una de ellas es la actualidad de su pensamiento, patente en la solidez de sus ideas, opiniones y planteamientos, los cuales reflejan la lucidez con la que el escritor anticipó conflictos que aún no se han resuelto, como demandaba. Otra cualidad de la escritura fuentiana es su capacidad para generar una conciencia que avanza más allá de su momento histórico, dejando en cada lector un poderoso corpus conceptual sustentado en la imaginación, la experiencia literaria y el análisis crítico, mediante un inusual talento para absorber saberes y un esfuerzo titánico por comprender la naturaleza y condición humanas.

Estas conversaciones con Carlos Fuentes plasman a la perfección ese legado del escritor e invitan a reflexionar sobre sus palabras, en las que, además de una inteligencia singular, el lector encontrará respuestas a los asuntos que inquietan hoy al ser humano y a nuestras sociedades en su conjunto.

“La documentación de los procesos”, de Hernán Bravo Varela
Íntimamente relacionadas con el arte visual de nuestro tiempo, las voces “documentación” y “proceso” son referencias obligadas de la jerga curatorial. Muchas veces, la factura de una “pieza” se cifra en el relato de las etapas que conducen a su elaboración –el medio como fin, el andamio como arquitectura–.

No hay poema, de acuerdo con Eliot, que no sea de circunstancia. Lo cual, en el terreno del arte contemporáneo, equivaldría a decir que no hay “pieza” sin la documentación de los procesos que la originan. Bajo ese principio, los poemas que integran este libro procuran reflejar una crisis compositiva y un nuevo reto de escritura poética encarado, con audacia y el indispensable talento de Hernán Bravo Varela.

Escenas de familia subvertidas por un inquietante silencio, por algo que, sin que nadie lo note, comienza a romperse desde adentro; parejas que suben a un vehículo para viajar a ninguna parte; preguntas que obtienen como respuesta un espejo de piedra…

La documentación de los procesos, sí, pero ¿cuáles son los procesos de los que da testimonio la poesía? “Fuimos perdiendo el orden”, nos avisa una de las voces que toman la palabra en este volumen. Voces de un tú que suele transmutarse en ellos y, acto seguido, en nosotros.

La persona que habla en estos poemas lo hace desde un lugar difícil, perturbador, como si únicamente le fuera posible habitarlo a través de un discurso capaz de sabotear su propio andamiaje. Nostalgia, tal vez, de un paraíso robado y en el que –si tuviera la opción de regresar– sólo encontraría una nueva amenaza. Así parecen apuntarlo estos poemas. Bravo Varela ha puesto en ellos la inteligencia y la sensibilidad de un oficio conseguido al extremo.

“Correo del otro mundo (y algunas lecturas más). Hoja por Hoja, 2001-2008”, de David Huerta
David Huerta cree en el talante subversivo de la gente que lee libros. La certeza de que hay algo revolucionario en la relación del lector con la página escrita anima esta colección de ensayos y reseñas, publicados entre 2001 y 2008 en el suplemento Hoja por Hoja, ejemplos nítidos de cómo se pueden colocar las obras del ayer en la coyuntura presente o de qué debe hacerse para convertir un párrafo aislado, un verso huérfano, en la clave para entender un fragmento de la realidad.

Con ingenio y tino, estos mensajes desde otro mundo son una cariñosa invitación para releer a Shakespeare, Whitman, Quevedo, Gorostiza, Rulfo, Lezama Lima y García Márquez, entre muchos otros, y para revalorar los cómics, los diccionarios, la crítica autoexigente, la traducción.

Como ha expresado Huerta respecto de un colega admirado, “las lecciones de un libro son o pueden ser, al mismo tiempo, la materia de una enseñanza y el objeto de una travesía literaria: el lector se convierte en alumno, la lectura se transforma en iluminación intelectual”. Asómate a este volumen para comprobarlo por ti mismo.