La Isla de las Muñecas, el quinto lugar más embrujado del mundo
Redacción
Entre los rincones más misteriosos y escalofriantes de la Ciudad de México se encuentra la famosa Isla de las Muñecas, en los canales de Xochimilco, que ocupa el quinto lugar en una lista mundial de sitios paranormales. Este lugar ha captado la atención de turistas de todo el mundo, quienes llegan atraídos por las leyendas sobrenaturales y la peculiar colección de muñecas que cuelgan de los árboles y estructuras en la isla.
La historia se remonta a la década de 1950, cuando Julián Santana Barrera, originario del barrio de La Asunción en Xochimilco, se mudó a la pequeña isla para vivir en aislamiento. Lo que parecía una vida tranquila y sencilla se tornó en una experiencia aterradora al encontrar un día el cuerpo de una niña ahogada en las aguas que rodeaban la isla.
Tras el hallazgo, Julián comenzó a escuchar sonidos extraños, como lamentos y susurros, que interpretó como el espíritu de la niña fallecida. Para calmar al supuesto espíritu, colgó una muñeca que encontró flotando en el canal. Sin embargo, los sonidos paranormales no cesaron; por el contrario, se intensificaron.
Así, Julián empezó a recolectar muñecas que encontraba o que le regalaban, colocándolas en la isla para apaciguar el alma inquieta de la niña. Algunas muñecas estaban rotas, sucias o sin extremidades, lo que añadió un aspecto macabro al lugar. Con el tiempo, la colección creció, y el sitio se convirtió en un auténtico santuario de muñecas.
En 2001, la leyenda alcanzó un nuevo nivel de misticismo con la muerte de Julián. Su sobrino, Anastasio Santana, relató que Julián le había dicho haber visto a una sirena que intentaba arrastrarlo a las profundidades de los canales. Anastasio no dio crédito a la historia y se fue a trabajar a las tierras de cultivo. Al regresar, encontró a su tío muerto en el mismo lugar donde se había hallado a la niña ahogada. La autopsia confirmó que Julián había fallecido de un ataque al corazón. Tras su muerte, Anastasio heredó la isla y continuó la tradición de colgar muñecas.
La Isla de las Muñecas se ha convertido en un sitio predilecto para quienes buscan experiencias paranormales. Actualmente, el lugar cuenta con un pequeño museo que incluye una tienda y tres habitaciones, una de las cuales parece haber sido el dormitorio del antiguo propietario. En ella se exhibe una de las muñecas más pavorosas, llamada “Agustinita”, que, según se dice, siempre fue la favorita de Julián Santana.
Quinto lugar más embrujado del mundo
Este inquietante rincón figura en el quinto puesto de una lista mundial de sitios paranormales, según el medio británico Time Out. Este ranking coloca a la Isla de las Muñecas junto a otros lugares icónicos de terror, como el Cementerio de la Recoleta en Argentina, que encabeza la lista gracias a sus historias de fantasmas y mausoleos históricos; Fuerte de Bhangarh en India, famoso por las leyendas de maldiciones que rodean sus antiguas ruinas; la Casa de Lizzie Borden en Estados Unidos, donde ocurrieron infames asesinatos; Poveglia, una isla en Italia conocida por su oscuro pasado como sitio de aislamiento para pacientes de peste y manicomio.
Llegar a la Isla de las Muñecas implica un recorrido en trajinera desde el embarcadero de Cuemanco, que dura aproximadamente una hora y media, dependiendo de las condiciones del agua y el recorrido elegido. Si bien no siempre es posible desembarcar, las trajineras pasan cerca para que los visitantes puedan observar las muñecas de cerca y tomar fotografías.
La Isla de las Muñecas se ha convertido en un símbolo de la fascinación por lo paranormal en la cultura mexicana y en un destino ineludible para los amantes del terror.
PGC