El presidente interino

Turista del Apocalipsis

Por Gerson Gómez

Su presidencia refleja el contraste. Llegó al poder de la mano de los extremistas. En cada uno de sus discursos, todos los días, se acercaba al radicalismo.

A sus adversarios los menosprecia. Los hace parecer anacrónicos y disfuncionales.

Las páginas de los diarios y los noticieros con el seguimiento de sus proclamas. Los reporteros y quienes cubren las fuentes se sorprenden de su visión de estadista.

De los otros datos. Ha logrado acercar a todos sus detractores. Ni la pandemia ha frenado las giras o la sana distancia. 

Muchos de sus colaboradores han renunciado. Como llegaron se fueron. Sentidos por la pobre oportunidad para realizar el trabajo con suficiencia.

Los espías cotidianos le señalan cada desatino. No voltea a ver a nadie. En la soledad de su sombra no permite titubear.

Los planes y proyectos de primer mundo están detenidos. En los estados le frenaron o le bloquearon muchas de las conquistas sociales.

En el corazón más profundo del país aun late por la figura mesiánica. Él es quien los representa. Nadie más se osó recorrer los rincones de la patria.

No piense mal. No escribimos sobre nuestro mesías tropical. Sino de Donald Trump: el presidente interino por cuatro años. Quien en seis días entregará el poder al presidente Biden.

Entre movilizaciones sociales e inconformidad encendida de cada uno de sus sufragantes.