Por Mike Volta
Se han inundado (cómo es costumbre en estos tiempos de cada año) de diversos spots de radio y televisión, donde somos informad@s de los logros de la actual administración, léase 4T.
Con frases como: “no es por presumir” y “los compromisos se cumplen”; el Presidente (vocero oficial de la 4T) nos pone al tanto de lo que ya tantas veces se encargó de decirnos... tantas que resultó que este primer informe era el tercero, y no el primero; explicando que ya había informado lo que quiso a la nación en dos ocasiones anteriores, aunque esta sea la primera ocasión que cumple con esta “obligación constitucional”... en fin el chiste es cuestionar todo y no hacer las cosas cómo debe ser y autoritariamente demostrar que hace lo que se le hincha su regalada y democrática gana, en plena congruencia con el “al diablo las instituciones”.
Dice que: Ya nadie gana 700 mil pesos mensuales; y me salta la duda ¿el crimen organizado también?; porque la delincuencia está en los peores niveles en años.
Que ya no hay avión presidencial; pues sí, no en México, el lujoso Jet está estacionado en EU y costando una fortuna que se fue a la basura igual que la inversión del AICM.
El programa de becas de trabajo a los jóvenes también está resquebrajado; la falta de inversiones, la crisis en materia de medicinas y de los hospitales; los miles de despedidos, el tema de los migrantes, la difícil relación con EU, la falta de capacidad de los funcionarios públicos (que no han renunciado) etc.
Es necesario reconocer que la acción del Gobierno de México en los nueve meses iniciales de gestión tiene un balance negativo. Administración irracional, deconstrucción institucional y polarización social marcan al liderazgo de esta administración.
Se presumen ahorros millonarios que no se ven reflejados en temas prioritarios; resulta patético incluso ver tuits de AMLO en los tiempos de Peña y Calderón donde vehemente criticaba señalando que él lo haría mejor; y ahora que tiene la oportunidad de ser lo que tanto soñó; no solo no lo ha hecho como ellos sino mucho peor y encima no le gusta que se lo digan, censurando a quien le critica.
Siguen las marchas, las protestas, los desatinos y los gestos autoritarios; es más que evidente que el pueblo no está feliz, feliz, feliz.
Así que podría decirse en muchos aspectos que nos acaban de timar de asaltar, de engañar y de robar... nos vieron la cara y liberaron al Kraken.
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