Amandititita hará canción de la L12

Foto: Instagram

Por Carlos Meraz

El genio aristocrático de Sir Francis Bacon sentenció: “La cabeza de muchas personas de alta estatura se parece a las casas; el piso más alto es el peor amueblado”. Y es que el 1.45 metros de Amandititita nunca ha sido obstáculo para pensar en grande ni impedimento para ser una cronista musical de su tiempo.

Quizá por ello la hija del desaparecido Rockdrigo, el músico que le compuso un himno de la cotidianidad a la estación Balderas de la L1 del Metro, contempla componer un tema alusivo a la reciente tragedia acontecida en el tramo elevado de la L12 rumbo a Tláhuac.

“Quiero escribir algo de lo que sucedió en la L12, para que no quede en el olvido y contribuya a la memoria colectiva.

“El Metro fue mi infancia, ahí estudié, pues diario de movía de Ecatepec a Ciudad Universitaria. Por eso la noticia me estremeció, me conmocionó, pues es como si le hubiera pasado a alguien de mi familia. Es tan injusto y se pudo evitar”, afirmó.

LA FORTALEZA EN “FRÁGIL”

Un poco harta de su mote artístico, pero la vez resignada a ser conocida como Amandititita, la llamada reina de la anarcumbia está de vuelta con su tema Frágil, primer avance del que será su quinto álbum, que espera lanzar a finales de año o principios del siguiente.

En Frágil colaboró con el hiphopero regiomontano Pato (Control Machete) y los creadores del moombathon, Tittsorth y Dave Nada, con producción de Ulises Lozano El licenciado.

“El sencillo de mi primer disco pandémico es un tema de reflexión, de resiliencia y supervivencia, de cómo los seres humanos tenemos esa capacidad de reconstruirnos, y es acorde a estos tiempos, donde la pandemia nos hizo conscientes de nuestra fragilidad y paradójicamente también de nuestra fortaleza”, explicó.

 Acerca de su ácido humor, patente en las composiciones que la hicieron famosa en su debut discográfico en 2008, como La muy muy y Metrosexual, entre otras, la tamaulipeca de 41 años aclaró que se mantiene contrario a su libertad de expresión.

“No he perdido el humor, pero sí la libertad, porque la sociedad es más exigente y políticamente correcta y además me cuesta acoplarme al lenguaje inclusivo. No puedo ser indiferente y a través de mis crónicas musicales le doy autenticidad al proyecto.

“Tengo un tema con Lila Downs que habla sobre una madre soltera, pero sin sonar agresivo”, concluyó.