'Edipo: Nadie es ateo': El complejo dilema entre fe y verdad

Foto: Cortesía Danáe Kótsiras

Por Carlos Meraz

En el siglo XIX de la era moderna, el filósofo alemán Friedrich Nietzsche acuñó la frase: “Tener fe significa no querer saber la verdad”. Pero miles de años antes el poeta griego Sófocles ya disertaba sobre “lo que la gente cree prevalece sobre la verdad”.

La tragedia griega de Edipo rey, de Sófocles, relata la condena vaticinada por el oráculo: matarás a tu padre (Layo) y te casarás con tu madre (Yocasta). Pero en una reinterpretación más allá del conocido complejo edípico, realizada por el director y dramaturgo mexicano David Gaitán, se confrontan con un matiz actual el eterno dilema entre la fe y la verdad, mientras la ciudad de Tebas es arrasada por la peste.

EDIPO AL ESPEJO
El también actor y docente representa en su obra Edipo: Nadie es ateo, la milenaria lucha de los pueblos ancestrales entre apostar por la fe o la verdad, con las consecuencias que implica tal disyuntiva global, que permanece vigente hasta el siglo XXI.

“Es una reescritura contemporánea del mito de Edipo, en una obra colmada de parlamentos sobre la influencia de Edipo en situaciones históricas y, obviamente, psicoanalíticas. Es para creyentes o agnósticos, acerca de las interpretaciones que hacemos de lo divino y lo sobrenatural, donde la tragedia es creer o no creer.

“La trama provoca que el público se haga preguntas complicadas y hasta existenciales, que se narran con humor, ya que Edipo tras conocer los designios del oráculo cree que con huir de Corintio habrá superado las predicciones”, precisó.

TRIBUTO A ALEJANDRO LUNA
La puesta en escena de David Gaitán, Edipo: Nadie es ateo, se repondrá por última vez en la capital —tras dos temporadas en 2018 y 2019— con dos únicas funciones en el Teatro de la Ciudad Esperanza Iris, en Donceles 36, en el Centro Histórico, los próximos 13 y 14 de agosto, en las que se rendirá homenaje a Alejandro Luna, encargado del diseño de escenografía e iluminación de este montaje.

“Posteriormente se escenificará en otros países de Europa para 2023, siendo una conversación poderosa para adolescentes y adultos, cuya trama fue escrita antes de la pandemia. Actualmente, la velocidad le ha ganado a la verdad, ya que la crisis de la verdad es la peste contemporánea.

“El maestro Luna es de esos aristas que merecen todos los homenajes. En las nuevas generaciones para quien  no es una figura tan prolífica, esta es una oportunidad para acercarse a su trabajo y sus obras. Esa es la misión de quienes hemos tenido el privilegio de trabajar con él”, concluyó Gaitán.