El nuevo kilómetro cero de Francia reluce junto a la catedral de Notre Dame

Después de más de un siglo sin renovarla, una nueva placa que marca el kilómetro cero de Francia se ha instalado este martes en los aledaños de la catedral de Notre Dame de París, donde pasan más de 35.000 visitantes diarios.
A las ocho de la mañana de un caluroso primer día de julio, los obreros municipales levantaron la antigua placa como si no pesara nada. Un gesto rápido que marcó el inicio de una jornada histórica.
Fabricado en cobre, latón y acero inoxidable, y con un peso de 23 kilogramos, el nuevo kilómetro cero reluce bajo el sol de la mañana. El anterior, de unos 18 kilos y que data de 1924, será exhibido desde hoy en el museo Carnavalet, especializado en la historia de París.
"Notre Dame es a la vez punto de partida y de llegada. Un punto de partida que se mide por la construcción de esta catedral y el hecho de que durante 900 años haya iluminado nuestra ciudad. Es también un punto de partida para todos aquellos que desean experimentar algo poderoso e importante", dijo a los medios el rector de la catedral, Olivier Ribadeau.
Con más de 35.000 visitantes al día, entre ellos peregrinos de todo el mundo, Notre Dame sigue siendo, a pesar del incendio de 2019 y las obras aún en curso, un espacio de espiritualidad para las personas que vienen desde todas partes del mundo, agregó Ribadeau.
Con el cambio del kilómetro cero, la ciudad de París ha querido rendir homenaje a los artesanos que trabajan en devolver el esplendor al monumento de Notre Dame, que estuvo a punto de terminar en cenizas tras el incendio de abril de 2019.
La nueva placa, ubicada frente al templo, representa también una voluntad de mirar hacia adelante: "No lo restauramos a su estado anterior, sino a su estado futuro", dijo el alcalde del distrito de París centro, Ariel Weil, durante el acto de presentación.
"Conserva su valor, su valor intrínseco. Intentamos reconstruirlo con la mayor fidelidad posible, pero con los métodos modernos, con el conocimiento que tenemos", alegó el responsable de la Cámara de Comercio y Artesanía (CMA) de París, Guillaume Perrin.
Como la propia catedral, cuyo proceso de construcción se extendió durante siglos, el entorno de Notre Dame también se transforma con una nueva estética enfocada en el turismo con la implantación de llamativas terrazas y locales dedicados a la heladería artesanal y la cerámica.
Isabel Rodríguez Ramiro

