Flow Fest 2025: La fiebre del perreo regresó a la CDMX
Por Alejandro Ávila Peña
Ciudad de México. - El pasado sábado 22 de noviembre, una edición más del festival más importante de la escena urbana reguetonera, el Flow Fest, regresó a la curva cuatro del Autódromo Hermanos Rodríguez para confirmar por qué hoy por hoy es uno de los festivales más importantes en México y por qué es uno de los puntos de encuentro obligados para los amantes de la música y del perreo.
El festival, se ha convertido en un referente indispensable para todo aquel que degusta de ritmos suaves, atrevidos y sensuales, volviéndose por un fin de semana el paraíso del perreo.
El paraíso del perreo
El primer día de esta edición del festival estuvo a cargo de artistas referentes del género urbano, reguetón, tumbado y demás, siendo una celebración de la cultura musical a través de expresiones diferentes, pero que todas comparten ese ritmo atrevido, irresistible y eficaz para poner a perrear a todos los asistentes del festival.
A través de grandes nombres del género, como Don Omar, Álvaro Díaz, Santa Fe Klan, Myke Towers, entre muchos otros, la primera noche supuso una fiesta urbana en toda la extensión de la palabra, pues desde las 15:30 horas todos los asistentes comenzaron a dar sus mejores perreos por todos los rincones de la curva cuatro.
Desde las primeras horas de la tarde del sábado, la intensidad retumbó a través de artistas que, pese al ardiente sol sobre el Autódromo, hicieron vibrar cada uno de los escenarios del festival. Jory Boy encendió el perreo con su estilo sensual y callejero, mientras que Micro TDH cautivó con su vibra emocional y melódica a los presentes en el Sprite Stage. Por su parte, el Deambow Vicky Stage comenzó sus actividades con toda la fuerza urbana posible, gracias al talento experimental de Enemix que, a través de una perspectiva cruda, comenzó a poner en calor a todos los presentes.
Calle 24 estremeció al Sprite Stage desde que arribó al escenario. Acompañado de varios músicos, el chihuahuense dio una presentación en la que todos los presentes gritaron, saltaron y cantaron al ritmo de cuerdas e instrumentos de viento que demostraron por qué el regional mexicano es un género que, en vivo, es toda una experiencia sensorial.
Jóvenes entre 18 y 20 años, adultos entre sus 30 y 40, fueron los presentes que presenciaron cómo Calle 24, con tan corta edad, pudo comandar a sus miles de fanáticos ahí reunidos. “Así suena la C, 2, 4”, gritaba el joven con una euforia desatada que contagiaba a toda su audiencia, que respondía al unísono diciendo al mismo tiempo esta icónica frase que retumbó durante casi toda la presentación.
El calor del sol iba cediendo un poco para que los asistentes pudieran gozar de De la Rose, quien con una propuesta atrevida y explosiva conquistó el Coca Cola Stage, dando un final vibrante que hizo que todas las personas congregadas estallaran de emoción al tiempo en que la artista brindaba un cierre espectacular con serpentinas.
El trap también hizo presencia, siendo comandado por el feroz EASYKID, quien, con un ritmo atrevido y acompañado de beats densos y electrizantes, dio una presentación contundente. Aunque el escenario no tenía tanta audiencia, esto no demeritó la entrega y eficacia que el chileno brindó.
En punto de las 18:35, el puertorriqueño Lunay hizo vibrar y retumbar el Coca Cola Stage, logrando que las miles de personas congregadas crearan un mar de manos. Los gritos retumbaban en cada espacio de la curva cuatro; el cantante, con un flow atrevido y desatado, mostró una gran conexión con su público, al punto de subir a gente al escenario y dedicarles canciones.

La noche entraba y el calor en el ambiente se disipaba, haciendo que el frío comenzara a reinar en el recinto. Sin embargo, ninguna alma ahí padeció el clima, pues fue a partir de las 19 horas cuando la fiesta se volvió más caótica. La gente iba de aquí para allá: algunos corrían para no perderse ningún segundo de su artista favorito, otros, en cambio, disfrutaban del trago y la bebida desde lo lejos, mostrando felicidad en cada paso de baile improvisado.
Algo acertado dentro del festival fue que en ningún momento el silencio se apoderó del lugar. Cada acto tenía una diferencia de solo 20 minutos, por lo que la gente no tenía tiempo para entrar en calma; siempre había algo pasando: un acto en otro escenario o actividades pirotécnicas para aumentar la diversión de la velada.
La distribución de los escenarios tuvo un orden adecuado, haciendo que transitar de uno a otro no fuera molesto.
Una fiesta que no para
El Alfa, el rey del dembow dominicano, llegó al Sprite Stage en punto de las 19:25 horas y electrizó a todos sus asistentes desde las primeras imágenes que aparecieron en las pantallas. A través de un audiovisual casi cinematográfico fue que el dominicano salió a escena, haciendo que ‘Que calor’ y ‘Singapur’ pusieran a perrear a todos: parejas, amigos, familias, todos conectados con el ánimo entusiasta del cantante, quien en todo momento hizo lo posible para que la fiesta no terminara durante su presentación.
“Gracias por el cariño… México lindo, los amo”, sentenció el dominicano mientras iba de un lado a otro del escenario, haciendo que la explanada se iluminara con flashes, que todos gritaran y que su actuación se sintiera contundente y ardiente.
El Coca Cola Sessions Stage fue un espacio para que artistas como Bacilos y Carlos Vives armaran una fiesta breve pero explosiva, logrando que todos los asistentes sacaran sus mejores pasos de baile.

Por ello, cuando headliners como Myke Towers y Jowell & Randy se presentaron en sus escenarios respectivos, la fiesta solo aumentó, pues la gente se mostró animosa y receptiva al encanto y emoción que los artistas transmitían a través de su música. Así se confirmó que aquella noche fue, sin duda, el paraíso del perreo.
Myke Towers abrió el camino para lo que se avecinaba; al ritmo desenfrenado de ‘Lala’ dio un set electrizante, acompañado de un inflable de pantera detrás de él. Entregó una presentación con un flow suave y cautivador que, pese a su calma, logró emocionar a todos.
Los reyes del flow
Wisin se apoderó del Coca Cola Flow Fest cuando el frío empezaba a dominar el ambiente. A pesar de la baja temperatura, la gente no perdía el flow ni en su vestimenta ni en el perreo intenso que estaban dando. El puertorriqueño, a pesar de no tener a su excompañero a su lado, armó una fiesta explosiva gracias a la energía desenfrenada que proyectaba y a esos versos que, como dardos veloces, recitaba sin pausa, haciendo que la adrenalina comenzara a calentar a la audiencia.
A esa misma hora, Nicky Jam hizo lo suyo en el Sprite Stage, logrando que la gente escuchara clásicos como ‘Te boté’, ‘En la cama’ y ‘El perdón’.

La recta final del primer día de actividades del Flow Fest estuvo liderada por el ‘King of the Kings’, Don Omar, quien a través de ‘Ella y yo’, ‘Danza Kuduro’ y ‘Cuéntale’ hizo que la multitud reunida, a pesar del insoportable frío, coreara con todas sus fuerzas cada uno de estos himnos. Don Omar, con maestría y encanto, reinó en cada una de las almas reunidas para verlo. A través de sus letras y su música, puso a bailar a cada persona ahí, mostrando que, a pesar de los años, sigue siendo el rey del flow, evidente en la energía de todos los que coreaban sus canciones.
Fue así que, con este puñado de actuaciones, el primer día de actividades llegó a su fin, haciendo que la gente, a pesar de haber bailado todo el día, no estuviera cansada, sino con ganas de que la fiesta siguiera hasta nunca acabar.