Paz Vega vuelve a las salas con el cuento 'The Bra', de Veit Helmer

EFE

MADRID.- Paz Vega, actriz y modelo española, "chica Almodóvar", Goya y actriz revelación de Cannes en 2001 por Lucía y el sexo, vuelve a las salas españolas en la película The Bra, el último "cuento" del alemán Veit Helmer, un director experto en hacer cine para soñadores.

La española es una de las protagonistas de este curiosa historia sin palabras rodada en Azerbaijan que, a veces, recuerda a la Cenicienta.

"Es cierto que la han comparado con ese cuento infantil, pero para mi se asemeja más a Don Quijote", explió Vega. 

Daría en The Bra es la protagonista de una de las historias que acompañan en su búsqueda al "aventurero" Nurlan (Predrag 'Miki' Manojlovic), conductor de un mercancías que atraviesa todos los días una ciudad.

Como Alonso Quijano, consideró Vega, "este hombre en su ocaso se enrola en la búsqueda de una compañera a lomos de su Rocinante particular, su tren, luchando contra un sentimiento nuevo que crece en él, el miedo a la soledad. Una soledad que nunca le molestó y que ahora teme", resume la sevillana.

Y, como Quijano, acompañado siempre por su Sancho Panza, un fiel amigo que interpreta "maravillosamente" Denis Lavant, considera la actriz.

Lavant es Kamal, el maquinista que le va a sustituir y que hace música y ritmos con cualquier sonido de la vida, una inquietante cualidad, teniendo en cuenta que la película no tiene palabras, aunque todo lo que es necesario saber se cuenta con una enorme variedad de expresiones que subraya la música de Cyril Morin.

Curiosamente, no es la primera vez para Paz Vega. "En Hable con ella, de Pedro Almodóvar, —recordó la actriz— aparece una película muda llamada Amante Menguante que es una metáfora preciosa de algo terrible que ocurre en la trama principal. Rodar aquella pieza con Fele Martínez fue muy divertido", sonríe la ganadora del Goya por Lucía y el sexo, 2001.

LE RECUERDA A KUSTURICA

En este caso, la española no conocía al director, pero su cine le recordaba al de Emir Kusturica y le entusiasmó el guión.

"Me enamoré de la historia inmediatamente; leer un guión sin diálogos es muy inusual y éste es especialmente hermoso", afirmó.

Cuenta la historia de un conductor de un tren de mercancías que pasa todos los días por dentro de una ciudad, tan cerca de las casas, que los vecinos deben salir corriendo de las vías cuando va llegando la máquina y recoger sillas y mesas donde juegan al ajedrez, o quitar las cuerdas de la ropa que se seca al aire.

En cada viaje es normal arrastrar sin querer bienes de los vecinos que, al final de la jornada, el maquinista devuelve con amorosa ternura; todos le conocen y el día que engancha un sujetador azul comprenden que busque a la dueña para entregárselo.

El largometraje se rodó en exteriores reales en Bakú, Azerbaijan, "donde la gente vive de verdad a los bordes de las vías del tren. De hecho —agregó Vega—, exceptuando a los personajes principales, toda la gente que aparece en la película son habitantes de esa zona. Fueron muy amables con nosotros".

La actriz, que rueda estos días La casa del caracol, ópera prima de Macarena Astorga, recordó que el rodaje de The Bra fue a veces peligroso, "porque los trenes seguían pasando" a la vez que rodaban.

TIEMPOS DE CAMBIO

Mientras esto pasaba —era finales de 2018—, el mundo no sabía que se avecinaba una pandemia, que aún tenemos encima: "Estamos pasando unos tiempos muy raros; mi percepción es que vamos a tener que convivir con esta situación unos dos o tres años", reflexionó la actriz, madre de tres niños pequeños.

"Pero si aplicamos el sentido común y respetamos las nuevas normas de seguridad, podemos hacer una vida bastante normal", opinó.

Ahora, dijo, el reto está en estrenar películas y convencer al público de que vaya al cine.

"Tanto los cines como los teatros son lugares totalmente seguros; aunque la experiencia es colectiva, no hay interacción entre las personas", advirtió.

La película llega a las salas españolas este viernes, 31 de julio.

cmd