'The Whale', un festín de emociones con Brendan Fraser

Foto: A24

Por Luis Soriano

Luego de haber pasado más de una década fuera del ojo público y en producciones pequeñas o de poco renombre, Brendan Fraser regresa con el octavo filme del director Darren Aronofsky y se catapulta en la lista de nominados al Oscar a Mejor Actor, donde es el favorito para embolsarse la codiciada estatuilla.

The Whale (La Ballena) está basada en la obra teatral homónima de Samuel D. Hunter, pero ahora bajo la dramática óptica del realizador neoyorquino Aronofsky —Mother! (2017), Black Swan (2010) y Requiem for a Dream (2000)— cuya historia versa en torno a Charlie, un profesor de literatura online afectado por la obesidad mórbida, con un sobrepeso de 270 kilos, que trata de reconectar con su hija Ellie (Sadie Sink) y poder pedirle perdón.

AGASAJO HASTA LAS LÁGRIMAS

La cinta protagonizada por Brendan Fraser, quien ha estado lejos de los reflectores y de las grandes producciones por diversas situaciones que lo llevaron a una depresión, resurge y da vida a un personaje que lleva sus emociones y vulnerabilidad al límite, al grado que el espectador genera un vínculo especial con él.

En el elenco también figuran Ty Simpkins (Thomas), Hong Chau (Liz), Samantha Morton (Mary), Sathya Sridharan (Dan) y Ryan Heinke (Dave).

La cinta tiene tres nominaciones al Oscar —Mejor Actor, Mejor Actriz de Reparto y Mejor Maquillaje—, cuya gala se realizará el próximo 12 de marzo, con la nonagésima quinta entrega de los premios de la Academia.

La Ballena se estrena este jueves, 9 de febrero, en las salas mexicanas, aunque su exhibición en las butacas estadounidenses se dio desde el pasado 9 de diciembre.

La película tuvo su premier mundial en el Festival Internacional de Cine de Venecia, del pasado 31 de agosto al 10 de septiembre, donde se llevó varias ovaciones, al igual que Fraser, quien casi rompió en llanto por la aclamación del auditorio.

DEVORADO POR EL FRACASO

A sus 53 años, Brendan Fraser estuvo desde 2010 lejos de los grandes estrenos, siendo el último proyecto Furry Vengeance, una comedia infantil que fue vapuleada por la crítica especializada de ese entonces.

El actor pasó por un largo periodo de bajas, las cuales comenzaron con el abuso sexual que vivió en 2003 por parte del entonces presidente Asociación de la Prensa Extranjera de Hollywood (HFPA, por sus siglas en inglés), Philip Berk.

Tras el suceso, a través de sus agentes y sin hacer el caso público, Fraser pidió que la HFPA se disculpara con él, pero, según expresó en una entrevista a la revista estadounidense GQ en 2018, “no sé si esto jugó en mi contra”.

Además, por las diversas producciones en las que participó, fue desarrollando un dolor crónico, que le llevó a someterse a múltiples operaciones por casi siete años.

Aunado a ello, su madre falleció, se divorció de Afton Smith (2008), su hijo de dos años (hoy tiene 20) fue diagnosticado con autismo y las malas decisiones lo llevaron a protagonizar fracasos o tener apariciones esporádicas en cine y televisión, lo que detonó en una depresión para el otrora fenómeno de la taquilla y galán de marcado abdomen en la saga The Mummy (1999, 2001 y 2008), Journey to the Center of the Earth (2008), Bedazzled (2000) o George of the Jungle (1997).

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