La 'complejidad' de hacer negocios en América Latina

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Por Moris Beracha

A Latinoamérica no le fue muy bien que digamos en el más reciente informe Doing Business 2020, elaborado por el Banco Mundial. Ningún país de la región se ubica entre los primeros puestos. Los 10 indicadores en los que se basa el estudio para clasificar las economías según la facilidad para hacer negocios, que van desde la apertura de una empresa y la obtención de crédito hasta el pago de impuestos o los trámites necesarios para comerciar con otros mercados, pusieron en evidencia la precariedad en América Latina.

El ranking reveló que Latinoamérica es liderada por Chile, que ocupa el puesto 59 en el mundo en cuanto a la facilidad para hacer negocios. Le sigue México en el segundo lugar regional y 60 global y luego Colombia, ubicada en el lugar 67.

En tanto, Uruguay figura en la posición 101 y, más abajo, se ubican Brasil y Argentina en los puestos 124 y 126, respectivamente. Venezuela es la que menos facilidades ofrece en la región a la hora de hacer negocios, según el informe. Se sitúa en el lugar 188 a nivel global, en un listado de 190 países. Solo están por debajo Eritrea (189) y Somalia (190). 

Sin embargo, no todo es desalentador. Varios países latinoamericanos sobresalen debido a su buen desempeño en ciertos indicadores de clima de negocios. Estos son el tiempo y costo de abrir un negocio. De acuerdo con el estudio, en la región el tiempo promedio se redujo a la mitad desde 2003 y pasó de 74 días a 34 días; mientras que los costos se redujeron de 66% del ingreso per cápita en 2003 a 36%. 

De todas formas, y a pesar de estas mejoras, en términos de constituir una empresa, "la región continúa requiriendo el mayor tiempo y número de procedimientos promedio en el mundo", advierte el informe.

Este estudio del Banco Mundial si bien es una importante radiografía global, pues abarca las reglamentaciones que se aplican en 190 economías en 12 áreas normativas de la actividad empresarial, no ha estado exento de polémicas. 

En diciembre del año pasado, el Banco Mundial informó que el último reporte Doing Businesss se publicaría en 2021, después de una suspensión temporal en agosto de 2020 por irregularidades en los datos. El organismo multilateral investigaba las afirmaciones de que las calificaciones habían sido manipuladas para Arabia Saudita, Azerbaiyán, China y Emiratos Árabes Unidos.

Una vez superado ese escollo, nos encontramos de nuevo con esta publicación, en la que se analizan las normas que afectan a las empresas desde su inicio, durante sus actividades y hasta el cierre de sus operaciones. Esto implica la apertura del negocio, el manejo de permisos de construcción, el registro de propiedades, obtención de crédito, protección de los inversionistas principalmente minoritarios, pago de impuestos, comercio transfronterizo, cumplimiento de contratos y resolución de la insolvencia.

Es decir, se trata de una evaluación integral del entorno para los negocios en cada economía. De manera que estos datos arrojan luces a los países para que ideen y emprendan acciones que permitan mejorar el clima de negocio. 

Así que a los países de América Latina les corresponde 'apretar las tuercas' y dejar atrás esa complejidad que en este momento los caracteriza para hacer negocios. La creación de nuevas empresas se traduce en desarrollo, generación de riquezas y de empleos. Crucial en tiempos en los que aún no se han superado los estragos causados por la pandemia.