¿Se viene un 'Plan Marshall' con acento latinoamericano?

Por Moris Beracha

Nada nuevo bajo el sol. Las proyecciones de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe no parecen ser del todo esperanzadoras para la región, por lo menos hasta 2023. No obstante, y para evitar en lo posible, un mayor hundimiento de las finanzas, el representante de Costa Rica, país que asumió la presidencia de la Cepal y actual primer mandatario del país centroamericano, Carlos Alvarado, sugirió la creación de un plan global, similar al Plan Marshall, para afrontar las consecuencias económicas y sociales derivadas de la pandemia.

El fondo, dotado de unos 516 mil millones de dólares, sería alimentado con los recursos aportados por las naciones desarrolladas a los países en vías de desarrollo, independientemente de su ingreso per cápita, sin condiciones y a largo plazo, aclaró Alicia Bárcena, secretaria ejecutiva de la Cepal. “Se debe velar por la estabilidad macrofinanciera”, agregó.

El programa se ha denominado Fondo para Aliviar la Economía del Covid-19. Según lo recomendado por los informes de Naciones Unidas, el plan debería representar, al menos, 10% del PIB mundial, y como parte del mismo, se hace indispensable incrementar la liquidez y el acceso al financiamiento en las mejores condiciones para las economías latinoamericanas.

Por su parte el representante de la Organización para el Desarrollo Económico, Ángel Gurría, respaldó la propuesta, y agregó que América Latina requiere de un nuevo pacto social, en el cual se promueva el bienestar y la cohesión social, en aras de “abatir la amplia desigualdad imperante en la región”. “El pacto debe incluir cinco elementos fundamentales: inclusión social, innovación tecnológica, sustentabilidad ambiental, sostenibilidad fiscal y cooperación internacional”.

Como ha sido pronosticado por los organismos multilaterales, la crisis en la región se mantendrá más allá del año 2023. Los más pesimistas sitúan la recuperación de Latinoamérica en las postrimerías del año 2025. Lo que es cierto es que este lado del mundo no volverá tan rápidamente a los niveles de crecimiento evidenciados antes de la pandemia, frente a lo cual urge una respuesta veloz y efectiva por parte de las economías más prósperas del mundo.

Así que un planteamiento como el esbozado por el nuevo presidente de la Cepal debe ser reconsiderado y apoyado. En razón de que hoy más que nunca esta parte del mundo necesita con urgencia la disposición de los recursos financieros necesarios para minimizar el fuerte impacto que está teniendo en las áreas económica y social la crisis sanitaria generada por la pandemia. Y el “Plan Marshall” con acento latinoamericano, pudiese ser el remedio para aliviar parte de los males en las finanzas latinoamericanas.