Sigue sumando: Arizona podría adoptar el Bitcoin como moneda de curso legal
Por Moris Beracha
La masificación del uso del Bitcoin se está abriendo paso en la estructura económica de diferentes países. Esta revolución digital ha impulsado a que líderes políticos y económicos se movilicen para hacer de ese criptoactivo una moneda de curso legal y así aprovechar los beneficios que este token líder del mercado ofrece.
Desde que el 7 de septiembre del año pasado entrara en vigencia la Ley Bitcoin en El Salvador, tres meses después de que la Asamblea Legislativa la aprobara, y la cual autoriza la circulación de dicho criptoactivo como moneda de intercambio junto al dólar, otras naciones han querido seguir sus pasos.
Es el caso de Brasil, Panamá, Ucrania y Tonga, cuyos gobiernos y/o diputados promueven la aprobación de leyes para tal fin, aunque con ciertas variantes. Y si todo marcha como lo tienen planeado, no se descarta que este año el Bitcoin forme parte de las monedas oficiales de esas naciones.
Pero quizá lo más sorprendente es que hasta un estado ha mostrado su interés en hacer lo mismo. Se trata de Arizona en Estados Unidos. Recientemente, la senadora Wendy Rogers ha emprendido acciones para iniciar un proyecto de ley que potencialmente convertiría al Bitcoin en una moneda de curso legal en esa entidad, tal como reveló Bit2me Cripto News.
Rogers, quien miembro del Comité de Estudio de Blockchain y Criptomonedas y una conocida entusiasta de Bitcoin, señaló en septiembre de 2021 que haría de Arizona un estado amigable con las criptomonedas como está ocurriendo en Miami, Texas, Wyoming, Colorado y Nueva York.
Y las posibilidades de concretar su propuesta son amplias. Arizona cuenta con importantes plantas de energía solar y nuclear que podrían convertir al estado en un destino favorable para la minería de criptomonedas.
Sin embargo, le tocará vencer cierta resistencia. Primero, deberá superar el estéril debate de si el Bitcoin es un activo digital o una forma real de dinero, cuando en realidad es un mecanismo no solo de inversión, sino también una vía de independencia económica para los ciudadanos de un país.
Segundo, enfrentar la negativa que puedan expresar algunos miembros del Congreso y tercero, saber manejarse en medio de las intenciones que tiene la Casa Blanca, la Comisión de Bolsas y Valores (SEC) y la Reserva Federal (FED) de regular las criptomonedas en Estados Unidos.
En todo caso, vale la pena que Arizona lo intente, pues el Bitcoin, independientemente de la volatilidad propia del mercado, es un criptoactivo que está en constante apreciación. Durante la primera década de su uso lo vimos formarse y crecer en su sostenibilidad, y en los próximos 10 años veremos cómo se integra más a la economía de los países. La era del Bitcoin apenas comienza.