¿Qué países crecerán más en 2022?

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Por Luis Otero Cervela

Atrás quedaron las proyecciones sombrías de organismos multilaterales y especialistas en temas económicos que situaban la recuperación de las finanzas de Latinoamérica en los albores de 2023.

Afortunadamente, y aunque un poco ralentizada por los estragos que ha causado y sigue causando, en sus distintas versiones, la pandemia, la recuperación en la región parece ser indetenible. Al respecto, el Banco Mundial publicó los resultados de su informe correspondiente a 2021, así como las proyecciones para el presente año, situando el crecimiento de la economía en este continente en 6.7%.

Con respecto a 2022 los pronósticos apuntan a que habrá una desaceleración que alcanzará 2.6%. Sin embargo, para 2023 se prevé un crecimiento de 2.3%. Entre los factores que sumaron a la recuperación destacan condiciones externas favorables y diversos acontecimientos relacionados con la pandemia.

Los datos muestran una importante disminución de casos de covid19 durante el segundo semestre de 2021, lo que ayudó a consolidar el repunte económico, aunque las cifras de contagiados volvieron a incrementarse para finales del mismo periodo, no obstante, los enormes esfuerzos que han llevado a cabo los gobiernos de los países latinoamericanos para incrementar los índices de la población vacunada.

Perú, Chile, Argentina y Colombia mostraron tasas de crecimiento en el PIB de 13.2%, 11.8%, 10% y 9.9%, respectivamente. Para 2022 está previsto que, aunque desciendan estos valores, se mantengan los números en azul.

Para el presente periodo el Banco Mundial ha estimado que Colombia liderará este ranking con 4.1%, seguido de Paraguay con 4%, y Costa Rica y Bolivia en la tercera posición con 3.5% de crecimiento proyectado en su PIB.

Y, ¿cuáles son los factores que están ocasionando la desaceleración? De acuerdo con uno de los voceros del organismo multilateral, factores como el endurecimiento de la política fiscal y monetaria, el retraso en las mejoras de las condiciones de la oferta laboral, así como la continuación de la demora en las mejoras en las condiciones del mercado laboral.

El covid-19 sigue amenazando seriamente el comportamiento de las finanzas y la economía a escala mundial, y América Latina no escapa a esta incertidumbre. La inflación también es un flagelo que, lejos de alejarse, se acerca peligrosamente sobre todo a aquellas economías frágiles, como la mayoría de los países de la región. 

Si bien los números son positivos, hay todavía mucho trabajo por hacer. Todo pasa por la adopción de importantes y urgentes políticas que deben ser diseñadas y puestas en ejecución con el concurso y la unidad entre el sector público y privado.