A días de Navidad, ejército israelí asesina a madre e hija dentro de iglesia cristiana en Gaza

En un contexto de guerra en Gaza, este sábado 16 de diciembre, dos mujeres cristianas fueron asesinadas por un francotirador de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) en la Parroquia de la Sagrada Familia, informó el Patriarcado Latino de Jerusalén en un comunicado.

Las víctimas, identificadas como Nahida y su hija Samar, fueron atacadas mientras caminaban hacia dentro del recinto religioso para ponerse a salvo. El suceso ocurrió a pesar de que la parroquia sirve como refugio para numerosas familias cristianas desde el inicio de la invasión israelí.

El agresor, descrito como un francotirador, habría disparado contra Nahida y Samar sin previo aviso, resultando en la muerte de ambas mujeres. Producto del ataque, otras siete personas resultaron heridas de bala. Es importante destacar que, de acuerdo con la parroquia, al interior del recinto no habían combatientes, lo que plantea preguntas sobre las circunstancias que rodean este ataque, aparentemente sin provocación.

Más temprano, un tanque de las FDI lanzó un cohete dirigido al Convento de las Hermanas de la Madre Teresa, parte del complejo de la iglesia. Este sitio, que alberga a más de 54 personas discapacitadas, fue identificado como lugar de culto desde el inicio de la guerra. El ataque con cohete no solo destruyó el generador de energía del edificio, también dejó el inmueble inutilizable.

Adicional a este hecho, se informaron más víctimas debido a bombardeos intensivos en la zona, así como la destrucción de infraestructura civil, incluidos paneles solares y tanques de agua, vitales durante la crisis humanitaria que azota a la región.

En su comunicado, el Patriarcado Latino de Jerusalén expresó profunda preocupación y afirmó que seguirá de cerca la evolución de la situación, proporcionando información adicional según sea necesario.

¿Crimen de guerra?  

De acuerdo con el artículo 8 del Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional, dirigir intencionalmente ataques contra edificios dedicados a la religión, educación, artes o ciencias, es considerado como un crimen de guerra.

Este no es el primer atentado contra una iglesia cristiana. El 19 de octubre de este mismo año, el Ejército israelí bombardeó la iglesia de San Porfirio, el cual dejó múltiples muertos y heridos. En aquel entonces, el Patriarcado Ortodoxo de Jerusalén condenó el hecho.