Crisis Hídrica, Calentamiento Global y Destrucción Ambiental
Por: Florentino López Martínez.
El pasado 22 de marzo, se celebró el Día Mundial del Agua, justo cuando en el hemisferio norte entramos a la primavera, la estación más calurosa del año, se desatan por un lado, grandes discusiones entorno a la crisis hídrica y los riesgos que la humanidad tiene si este recurso vital para la vida llega a faltar.
Al mismo tiempo, los medios de comunicación informan que en el cuerno del Continente Americano, más de 20 millones de personas están en riesgo de morir de hambre por la sequía que asolea esta parte del planeta. De ahí que cada vez más, en todos los países ha cobrado relevancia el problema del medio ambiente y el cambio climático, y hasta las instituciones imperialistas mundiales reconocen la gravedad de esta crisis, que está llevando al calentamiento del planeta, que de no detener la destrucción del medio ambiente, en el 2100, podría llegar a un ritmo de 2°C anuales lo que sería desastroso para el género humano.
La respuesta de las clases gobernantes en el mundo, frente a este grave problema, se limita al establecimiento del Acuerdo de París, firmado por los 196 gobiernos en el año 2015, quienes se comprometieron a disminuir las emisiones de carbono, y con ello impedir que el calentamiento global llegue al 2°C, asumiendo que la industria capitalista es la principal emisor de carbono en el mundo.
Hasta ahora, el Acuerdo de París, ha servido más para justificar los beneficios fiscales, la incursión de capitales en nuevas ramas industriales del llamado “capitalismo verde” y para encubrir la verdadera responsabilidad del capitalismo en su actual etapa imperialista, con su ley de la maximización de las ganancias, la que es el responsable de la destrucción del medio ambiente en general y del calentamiento planetario en particular.
En el caso del Agua por ejemplo, el 88% del consumo mundial se destina para el uso industrial y agroindustrial y sólo el 12% está destinada al consumo humano en los hogares. Y mientras las grandes urbes, particularmente de los países más pobres, el escasez del agua sigue en aumento, los grandes inversionistas como Black Rock, iShare Global Water entre otros capitales relacionados con la “gestión” del agua, han acumulado ganancias con la rentabilidad del más del 60% de sus inversiones en los últimos 5 años y más del 113% e la última década, según los datos de Black Rock.
En el caso de México, Cocacola Cómpany acapara 28.2 millones de metros cúbicos de agua al año (Según CONAGUA), y junto con Grupo Modelo, Grupo Cuauhtemoc Moctezuma, Bonafont y distintas empresas agroindustriales que Black Rock denomina empresas vinculadas a la “gestión” del agua, obtienen ganancias millonarias, mientras que los estados con poblaciones ubicadas en por debajo de la linea de pobreza, son los que menos acceso al agua potable tienen.
Según los datos del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL), los estados con menor suministro diario de agua, en el año 2022, fueron: Guerrero (7.01% del total de la población con suministro de agua), Chiapas (10.6%), Oaxaca (13.7%), Morelos (17.4%), Puebla (18.1%); es decir: en los tres estados más pobres del país y con mucha disposición de agua, ni siquiera el 11% de la población tiene acceso al suministro del agua, hasta el 2022.
La explotación mercantil de los recursos naturales, en beneficio de grandes capitales, es la razón principal del deterioro del medio ambiente y el calentamiento global; como dice el dicho, el escasez del agua no es sequía, es saqueo y agudiza, ante la falta de inversión de los 3 niveles de gobierno, para garantizar el suministro de agua potable para las familias más pobres del país.
La lucha por la defensa de los recursos naturales, la conservación o recuperación del medio ambiente, y contra el calentamiento global, es una lucha contra el capital, contra la burguesía y los gobiernos que administran en favor de las ganancias del capital, por lo que es una bandera de lucha de los trabajadores, los pueblos y sólo esta lucha podrá garantizar la reconciliación del hombre con el género humano y éste con la naturaleza diría Carlos Marx, desde hace más de 170 años.
