La fortaleza rojiblanca tiene una maldición desde el último título de Chivas

GUADALAJARA.- Chivas está en picada en el Apertura 2018 con una racha negativa de 11 partidos sin ganar en liga en el estadio Akron y comparte con Pachuca el sótano de la tabla, pero con la peculiaridad de que ha tenido buenas actuaciones, pero carece de contundencia y hasta de suerte.

El Rebaño rompió con 11 años sin coronarse en la Liga MX en el torneo Clausura 2017, al vencer 2-1 a Tigres en el partido de vuelta, pero a partir de ese duelo sufrió una maldición que no ha logrado sacudirse, al grado de que después del título sólo ha ganado un partido de temporada regular.

Desde el 28 de mayo de 2017, Chivas ha sostenido 19 partidos de liga y sólo le ha podido ganar 3-1 a Xolos y por lo pronto ha ligado cuatro derrotas ante Veracruz, León, Cruz Azul y la última ante los Guerreros, que le dieron la voltereta cuando parecía que por fin saldrían con la victoria.

Para esta campaña corrieron a Matías Almeyda y en su lugar llegó José Cardozo, quien en poco ha ayudado a cambiar el rumbo del chiverío en casa, que de paso le ayudaría a corregir sus propios números.

Al igual que los rojiblancos en sus juegos de Primera División, el timonel paraguayo también suma 11 partidos sin ganar con nueve descalabros y dos empates, así que la urgencia es compartida.

La seguidilla de derrotas en casa se rompió en la Copa MX, con un triunfo sobre Morelia, que estuvo cerca de ser empate, luego de que Monarcas se repuso de una desventaja de dos goles, pero José Macías marcó el 3-2 definitivo a siete minutos del final.

Este martes el club Guadalajara recibe a los Alebrijes de Oaxaca en duelo copero, que tendrá que ganar a toda costa para darle una alegría a sus aficionados y para tener una inyección de ánimo para que en la jornada doble se imponga a Necaxa y le ponga punto final a la maldición que les cayó con su último título de la Liga MX y le devuelva el poderío a su maltratada fortaleza rojiblanca.

JLR