Liliana Ibáñez inmortaliza su nombre en la historia del deporte mexicano

Ciudad de México.- En entrevista con el Diario de México, la nadadora nos confesó cuál es la ruta al éxito y de cómo debe de trabajar la nueva titular del deporte en el país.

Sus Inicios…

Aquella niña de dos años que ingresó por primera vez a una alberca, jamás se imaginó que al paso del tiempo, se convertiría en una de las atletas mexicanas más importantes de la historia. Liliana Ibáñez (1991) a su corta edad, tuvo que tomar una decisión que cambió su vida por completo. “Tenía dos años y mis papas me inscribieron como un seguro de vida, después de siete u ocho clases aprendí a nadar, después seguí practicando el futbol, gimnasia, ballet, básquet, al final dejé a los demás deportes a la edad de 14 años y me dediqué a la natación”, confesó.

Pero quizá de no haber sufrido algunas lesiones en el tobillo a su corta edad, hoy se hablaría de otra gran atleta del país. “Cuando decidí dedicarme a la natación, lo hice porque habían pasado los juegos centroamericanos del 2006 en Cartagena y me había lastimado un tobillo jugando al futbol y dije: ‘bueno tengo que decidir y ser una atleta profesional’, pero yo nunca imaginé llegar a unas olimpiadas”, relató.

Con el paso de los años, aquella niña fue creciendo y sus metas también, pues como todo los deportistas de alto nivel, sus objetivos se incrementan con el tiempo. “Cuando vas creciendo tus metas de igual forma, como atleta dices qué sigue, qué sigue, tu ambición es de querer más”, plasmó en las oficinas del Diario de México.

Sin embargo, hacer que el himno nacional mexicano se escuche por todo lo alto, no es una cosa sencilla, pues al igual que en la vida diaria, hay momentos de sacrificio, lucha  y superación. “La natación es una parte importante de mí. Para ganar una medalla de centroamericanos, tienes que dedicarle un gran porcentaje de tu tiempo y de tu vida, el éxito en mi persona es integral, somos seres humanos y si tenemos un todo para crecer en cada aspecto de tu vida, así podemos conseguir los mejores resultados”, argumentó.

Además de la natación, la oriunda de Celaya, Guanajuato, posee “una licenciatura en planeación urbana, una maestría en desarrollo urbano, un certificado en relaciones internacionales y mi sueño que está a la par de unas olimpiadas, es tener un doctorado en economía política”.

Alcanzar sus grandes logros que ha cosechado en su trayectoria deportiva, le ha costado “marcharme de México a los 18 años a Texas, Estado Unidos para cumplir con una meta deportiva y académica. Dejar mi familia, los taquitos, pero en el momento en el que veo mis medallas, me da gusto”, sentenció.

Barranquilla 2018…

Liliana Ibáñez escribió con letras de oro su nombre en la historia de los atletas mexicanos que participan en unos Juegos Centroamericanos y del Caribe, pues acumuló nueve medallas, de las cuales cinco son de oro, una de plata y tres de bronce.

“Cuando llegué a Colombia mi visión era tener nueve medallas sin importar el color, pero también estuvo latente la posibilidad de quedar fuera del podio, ya que son pruebas de velocidad, donde la diferencia son centésimas de segundo”

Al final de los juegos cumplió su cometido, ya que siempre tuvo presente las palabras de uno de sus pilares en la vida. “Cuando estaba en el aeropuerto, mi papá me dijo, si me divierto, no existe la posibilidad de perder”, confesó al lucir una gran sonrisa por el recuerdo que vino a su mente.  

Conforme su historia iba transcendiendo en Barranquilla, Liliana Ibáñez desconocía que en México ya se le miraba como un ídolo, pues “ni enterada estaba, tuve que bloquear varios contactos en whatsapp y sólo dejé a un grupo selecto que comparten las mismas metas que yo; sólo estaba enfocada en lo mío”.

Conforme transcurrían las competencias y lucia las medallas ganadas en su pecho, sus compañeros de natación “estaban muy contentos porque todas las pruebas fueron muy peleadas; todos salíamos con la misma mentalidad de dar nuestro mejor esfuerzo y ganar las medallas”, sentenció la atleta que vive en Estados Unidos.

Por si faltaba poco para dejar un gran legado en Barranquilla 2018, la delegación mexicana después de 52 años por fin pudo superar a Cuba en el medallero y contó que este acontecimiento la dejó “muy contenta por el desempeño de mis compañeros y sobre todo por poder cooperar, donde los primeros días de natación, quizá motivó a los demás deportistas y decir que somos México y vamos a ganar”.

Pero más allá de los logros conseguidos, espera que los triunfos obtenidos por los atletas mexicanos en Barranquilla sirvan para que “los medios compartan los deportes olímpicos, no tanto por nosotros, sino por la gente. Hay muchas disciplinas que no saben que existen y quizá haya buenos elementos que pueden trascender en esas ramas, tenemos talento, pero hace falta darlo a conocer”, señaló.

Temas políticos y Ana Guevara…

Las medallas que consiguió las logró por su gran desempeño dentro de las albercas, pero dejó en claro que si es importante contar con un poco más de apoyo por parte de las autoridades que se encargan de formar a los deportistas mexicanos. “El deporte es la mejor inversión que puedes hacer en cuestión de salud física y psicológica, si todos practicáramos unos 30 minutos de deporte al día, los índices de obesidad, diabetes y enfermedades del corazón, disminuirían muchísimo”.

Aunque no pareciera cierto, la atleta mexicana apenas tuvo el gusto de conocer en persona a la nueva titular de la CONADE, Ana Gabriela Guevara, la cual es su inspiración desde que era pequeña. “Recientemente la saludé, tengo su foto en mi pared, es mi inspiración, para mí es un sueño. Es una persona tan imponente y exitosa, jamás olvidaré el día que la conocí”, reiteró.

Pese a que es su atleta favorita, la multimedallista aprovechó para enviarle un mensaje a la nueva titular de la CONADE, pues considera que pueden ayudarle a las nadadoras mexicanas y puedan seguir dando grandes resultados como los ha dado hasta el momento la nacida en Guanajuato. “Necesitamos apoyo académico. Hay muchos compañeros que tuvieron que salirse de la natación porque tuvieron que decidir entre escuela y deporte”. Además de que hace falta el “incremento de educación a nivel de entrenadores de natación, y que la infraestructura que hay, se adecue a la que existe a nivel mundial”, notificó.

Por último confesó sus planes a futuro, en los cuales no incluye el retiro de su disciplina. “No creo que Tokio 2020 sea mi retiro, soy muy feliz haciendo lo que hago. No tengo que seguir el patrón usual de retirarse a los 30, mientras esté en mis posibilidades, lo seguiré haciendo”, culminó la joven atleta que relató que por el momento, no ha recibido ninguna llamada por parte del presidente Enrique Peña Nieto.    

Por Omar Bruno Salvador | @obruno9