Lo leí en el Círculo de Poesía

La música es una casa de cristal en la ladera donde vuelan las piedras

Por Álvaro Solís

Leer por primera vez a Tomas Tranströmer es como el descubrimiento de una nueva galaxia, algo lejano, casi producto de la imaginación, se materializa entre las letras que avanzan en el verso hasta volverse los poemas que uno no puede dejar de leer una y otra vez, con el afán de cuando se repite la canción preferida de un disco. El poeta afecta de inmediato la memoria, se insertan en ella imágenes tersamente móviles más que palabras, algo totalmente sereno y puro como una música secreta mostrándose por primera vez. Esa es la sensación que se genera y perdura cuando se lee por primera vez al poeta sueco, ganador del premio Nobel en 2011. 

Como salida de un catálogo de sueños, su poesía se alimenta de muchos paisajes imposibles, todo es etéreo en sus poemas, los dragones que se diluyen en la niebla o los barcos de vapor que se transforman en nubes para decirnos que todo muere alrededor y  más que lejana la muerte está cerca. Bálticos y otros poemas es una generosa antología que cuenta con la traducción de E. J. Uriz y fue publicada el 2017 por Visor México/Círculo de Poesía, el trabajo de un poeta visionario y puro como pocos.

Hay un afán del escritor sueco por la constante referencia a elementos de la naturaleza tales como ríos, mares, vegetación, animales o nubes; todos ellos transmutados en evocaciones sonoras y oníricas, toda imagen es también sonido y todo sonido se convierte en música. El tejido de sus poemas en tan terso que va de los sueños a la vigilia, perdiéndonos, como en esos pesadillas en donde caminamos descalzos en una ciudad desconocida y al final del sueño todo comienza de nuevo. El hilo conductor no es el tiempo, sino las notas de una pieza de Haydn o algún otro músico de los sueños. Baste ver la ceremonia de premiación del Nobel en donde lágrimas nublaron sus ojos cuando las trompetas comenzaron a tocar en la ceremonia y Tranströmer pareció comprender que música y poesía se tocaban en ese momento.

“Bálticos”, ocupa un lugar especial dentro del conjunto, bitácora del mar, del pasado y de unas islas, de multitudes de personas o fantasmas siendo transportadas hacia el presente, tiempo onírico y lenguaje marino que logran una secreta relación con  poetas como Dereck Walcott. El mar logra generar misteriosas similitudes entre poetas de diversa geografía y época. Bálticos y otros poemas es, sin lugar a dudas, un libro inquietante y revelador para lectores del aquí y del ahora.