Claves para comprender cómo serán las carreteras del futuro

Mucho se está hablando en los organismos internacionales de lo que ha venido a llamarse la carretera del futuro. Pero, ¿qué significa en realidad eso?

Las carreteras del futuro lo que necesitarán es responder a las demandas tecnológicas de vehículos que, cada vez más, incorporan la tecnología a su funcionamiento, abriendo un abanico de posibilidades único a la conectividad, intercambio de información en tiempo real y, cómo no, avisos y alertas ante accidentes y demás incidentes en la vía.

El objetivo de incorporar todas estas herramientas a las flotas tanto de particulares como de empresas es conseguir mejorar los resultados en cifras de accidentes y, cómo no, también evitar sanciones innecesarias por mala conducción.

"El objetivo de las carreteras del futuro es pasar de ser meros carriles a ser autopistas de información que, gracias a su conectividad con los vehículos que circulan por ellas, permitan dar al resto de conductores información a través de radio, paneles informativos luminosos y que, llegado el momento, también puedan personalizar los mensajes para advertir de una velocidad no adecuada en la vía o alguna incidencia en el vehículo" explican algunos ingenieros.

En algunos de los últimos foros celebrados en relación a los avances necesarios en este tipo de infraestructuras, tuvo un papel clave la puesta en relieve de la inversión que están haciendo los grupos empresariales por dotar a sus flotas de las últimas herramientas tecnológicas del mercado tal como ocurre en México con el ejemplo de Transportes Potosinos que, gracias a su alianza con Samsara, está aportando a sus cabinas las últimas opciones de conectividad y ayuda de conducción del mercado, mejorando los seguimientos en tiempo real gracias a un rastreo de GPS y, también, ofreciendo a sus conductores todo el software de ayuda a la conducción.

Japón, que lleva tiempo apostando por este concepto, puede ser ejemplo de lo que está por llegar, con carreteras que emiten música para avisar a los conductores de infracciones al volante o de excesos de velocidad o distracciones.

También, en países europeos como Reino Unido o incluso Suecia, se han establecido carreteras de carga que permiten a los vehículos eléctricos ir recibiendo energía mientras circulan.

Y esto es solo el principio ya que, en una sociedad hiperconectada, no iba a quedar atrás una de las herramientas de trabajo más importantes: los vehículos.

Basándose en puntos clave como la incorporación de la IA al tráfico para gestionar las congestiones, la automatización para ir avanzando la información a vehículos directamente e incluso para dar la alarma ante infraestructuras dañadas que puedan poner en peligro a quien circule por ellas, el objetivo de 0 muertes planteado por muchos países podría estar más cerca de lo pensado.

Tanto es así que están tomándose decisiones como la imposición de luces de aviso ante un vehículo averiado sin la necesidad de que el conductor salga del coche para señalizarlo sino que, además, estén conectadas - al activarse - con las direcciones de tráfico de cada país para que puedan mandar ayuda y, sobre todo, informar al resto de conductores.

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