Gobierno reporta muerte de Alicia Matías; ‘está viva’, advierte hermana

Iztapalapa.– La historia de Alicia Matías Teodoro, la "abuelita heroína" que protegió a su nieta de la devastadora explosión de una pipa de gas en Iztapalapa, ha conmovido a México y al mundo, convirtiéndola en un símbolo de valentía y amor incondicional.
Sin embargo, la narrativa de su destino se encuentra en un punto de aguda controversia: mientras las autoridades gubernamentales reportaron su fallecimiento, su familia insiste en que Alicia sigue con vida y lucha por recuperarse.
Sedesa reporta fallecimiento
La noche de ayer, el gobierno de la Ciudad de México, a través de la Secretaría de Salud (Sedesa), confirmó la muerte de la señora Alicia Matías Teodoro, incluyéndola en la actualización de la lista de víctimas fatales y elevando el número de fallecidos a nueve por la explosión.
Su nombre apareció marcado en rojo en la actualización oficial de víctimas mortales. Incluso, en un listado publicado por la Sedesa a las 23:03 horas del jueves, se consignó su edad en 35 años, lo que generó enojo entre los internautas y una inconsistencia con la información familiar, que señala que Alicia tiene 49 años.
Hermana de Alicia niega muerte
No obstante, la familia de Alicia ha desmentido categóricamente esta información. Horas después del informe oficial de Sedesa, sus allegados hablaron con los medios de comunicación, asegurando que no han recibido ningún reporte de su fallecimiento y que, para ellos "doña Alicia aún sigue con vida".
La hermana de Alicia envió un mensaje a los medios de comunicación con una poderosa declaración:
"Mi hermana no ha fallecido, mi hermana está viva, sigue viva y sigue luchando para salir".
Familiares enviaron una nota de audio a Milenio donde calificaron el reporte de la Sedesa como falso, detallando que Alicia se encuentra delicada debido a un pulmón afectado por el humo, y esperan que su sangre y riñones se limpien, mientras su hígado se mantiene estable.
El acto heroico que conmovió a México y al mundo
Alicia Matías Teodoro, una mujer mexicana de 49 años y originaria de la Ciudad de México, trabajaba como checadora en microbuses de la ruta 71, con paradero en la zona de Santa Martha Acatitla, cerca del sitio de la explosión. Ese fatídico miércoles 10 de septiembre de 2025, no tenía con quién dejar a su nieta de dos años, Azuleth, por lo que la llevó consigo al trabajo.
Cuando una pipa de gas LP de la empresa Transportadora Silza volcó y explotó con cerca de 49 mil 500 litros de combustible, Alicia no dudó. Escuchando el estruendo y viendo las llamas, usó su propio cuerpo como escudo para proteger a la menor de las llamas y la onda expansiva. Su hermana Sandra relató la magnitud de su amor:
"Lo único que hizo fue amar y proteger a su nieta".
Imágenes estremecedoras la mostraron saliendo del fuego, ayudada por el policía capitalino Sergio Ángel Soriano, con la ropa y el cabello en llamas, mientras cargaba a la niña. El oficial auxilió a la bebé, trasladándola al hospital en motocicleta, mientras Alicia era guiada hacia los rescatistas.
Este acto instintivo de amor le ha valido un reconocimiento masivo en redes sociales, donde ha sido homenajeada con innumerables mensajes de agradecimiento por su valentía.
El duro camino hacia la recuperación de Alicia y su nieta
Tras el incidente, Alicia y Azuleth fueron trasladadas inicialmente al Hospital General de Zona 53 del IMSS. Debido a la gravedad de sus lesiones, Alicia fue llevada al Hospital Magdalena de las Salinas, especializado en quemaduras.
El diagnóstico fue devastador: quemaduras profundas en el 98% de su cuerpo, la mayoría de tercer grado, con afectaciones pulmonares y daños internos severos. Los médicos informaron a la familia que las posibilidades de supervivencia eran mínimas, ante lo cual su hija Rosa suplicó:
"Hagan todo por salvar a mi mamá, a ella no le tocaba estar ahí...".
Su nieta, Azuleth, también sufrió quemaduras en aproximadamente el 60% de su cuerpo, especialmente en brazos, piernas y rostro, pero se mantiene estable, un testimonio del sacrificio de Alicia. La hermana de Alicia, Sandra, destacó:
"Mi hermana hizo un gran trabajo al protegerla y gracias a Dios la niña está bien".
La familia ha tenido que dividirse entre tres hospitales distintos para atender a Alicia, a la niña y a otro hermano que también estaba siendo operado ese día. Pidieron a las autoridades el mejor servicio médico y la cobertura total de sus necesidades, pues "nadie puede reparar el daño".

