Preparan revitalización del Centro Histórico, anuncian plan de vivienda

Ciudad de México.- Como parte del ambicioso Plan Integral de Manejo del Centro Histórico, se ha puesto en marcha una iniciativa destinada a recuperar los edificios residenciales que actualmente se utilizan como almacenes, devolviéndoles su función original de vivienda. Este esfuerzo tiene como objetivo contribuir al repoblamiento del Centro Histórico de la Ciudad de México, una zona que ostenta el prestigioso título de Patrimonio Cultural de la Humanidad otorgado por la UNESCO.

Manuel Oropeza, el coordinador de la Autoridad del Centro Histórico, señaló que aunque no existe un número exacto de edificios residenciales que han sido convertidos en almacenes por empresarios y comerciantes, la cifra asciende a varios cientos, muchos de los cuales poseen un valor patrimonial significativo.

El Centro Histórico de la Ciudad de México es un motor económico crucial, ya que contribuye en un 20% al Producto Interno Bruto (PIB) de la ciudad. Esta relevancia comercial ha llevado a que muchos edificios antiguos diseñados originalmente como viviendas se utilicen ahora para almacenar mercancías que se distribuyen en las 27,000 unidades económicas presentes en la zona.

Sin embargo, esta operación comercial ha tenido un efecto negativo en los edificios, causando un mayor deterioro en las estructuras del área de Conservación Patrimonial Centro Histórico, que ha sido designada como tal desde 1987.

Oropeza destacó que el tema de los usos de suelo de estos almacenes, que ya existía, se ha intensificado este año y ha generado una contradicción entre el uso residencial original y la expansión de los negocios, lo cual es válido. Sin embargo, si no se protege adecuadamente la zona patrimonial, esta se deteriora, ya que los edificios no fueron diseñados para ser utilizados como almacenes.

Históricamente, la actividad comercial en el Centro Histórico ha alejado a los residentes locales. Aunque hasta dos millones de personas pueden visitar la zona cada día, solo alrededor de 145,000 personas viven en el área, en su mayoría en las zonas más marginadas del Perímetro B.

Oropeza señaló que los esfuerzos de las autoridades y las comunidades involucradas han logrado frenar la despoblación, pero el desafío ahora es aumentar la población y crear viviendas populares, para comunidades indígenas y de ingresos medios.

En este sentido, el Gobierno de la Ciudad de México planea impulsar proyectos de vivienda popular a través del Instituto de Vivienda (INVI) y promover la construcción de departamentos asequibles utilizando normativas de ordenamiento como la número 26. Ya se están desarrollando dos proyectos del INVI en la calle Mariana Rodríguez del Toro de Lazarín.

El reto principal radica en convencer a empresarios y comerciantes de que restaurar la función residencial de estos edificios y poner fin a su uso como almacenes puede ser beneficioso para ellos y para la comunidad en general. Esto requerirá la revisión de regulaciones, gestión, negociación y acuerdos con los empresarios, ya que se busca atraer inversiones y crear empleos en esta histórica zona comercial.

Simultáneamente, se está trabajando en la implementación de un sistema de supervisión para garantizar que las nuevas construcciones respeten las fachadas e integridad de los edificios con valor patrimonial, los cuales están bajo la vigilancia del Instituto Nacional de Antropología e Historia y el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura.