Alta deserción escolar, uno de los daños colaterales de la pandemia

Ciudad de México.- Cerca de 36.5 millones de alumnos no han regresado a las aulas educativas del país desde el pasado 23 de marzo, momento en que empezó la llamada “Jornada Nacional de San Distancia”, la cual se prolongó hasta el 31 de mayo, y que ha traído consecuencias alarmantes en el desarrollo de los estudiantes, alertan expertos.

De acuerdo con cifras de la Secretaría de Educación Pública (SEP), el confinamiento afectó en el ciclo escolar 2019-2020 a más de tres millones de educandos, quienes abandonaron la escuela por la falta de recursos tecnológicos, toda vez que no pudieron seguir las clases a distancia que las autoridades transmiten por la televisión y radio. Dicho número se suma a los 4.1 millones que estaban fuera del sistema educativo, previo a la pandemia.

La SEP detalló que en el periodo escolar que culminó en julio pasado, el abandono en el nivel básico fue de 10%, lo que equivale a dos millones 525 mil 330 alumnos de preescolar, primaria y secundaria. De esta última instancia, estiman que 800 mil adolescentes no transitaron de la secundaria al bachillerato.

Aunado a esta problemática, Patricia Ganem, directora de Grupo Loga —que se especializa en cursos y capacitación para los niveles de educación básica — y vocera del Consejo de la Comunicación (CC), indicó en entrevista con Diario de México, que es necesario concientizar acerca del fenómeno de la deserción que ha propiciado el nuevo coronavirus, lo cual ha puesto al descubierto la deficiencia en el acceso a herramientas como internet y televisión.

Otro dato revelador difundido por la SEP, es que 305 mil 89 universitarios abandonaron la facultad, lo que significa, 8% de la matrícula en ese nivel educativo.

EMPLEO PRECARIO

Ganem también agregó que “coyunturalmente, esto a la larga perjudicará a los jóvenes, quienes podrían no tener acceso a mejores condiciones laborales, así como una carencia en el desarrollo de habilidades de liderazgo y socialización”.

Detalló que en el pasado ciclo que culminó vía remota, al menos 20% de los estudiantes no fue localizado al término del mismo, lo cual fue una señal de riesgo que se puede tener en este nuevo periodo que comenzó el pasado 24 de agosto.

También precisó que de cada 10 jóvenes que salieron del sistema en 2019-2020, sólo uno ha intentado volver. Con ambos datos, dijo, se calcula que 600 mil alumnos hasta el nivel medio superior, dejarán sus estudios en este año escolar que terminará en julio de 2021.

FALTA DE OPORTUNIDADES

Después del confinamiento, los problemas que se presentaron al intentar continuar con los quehaceres escolares a distancia, según expertos, es que se encuentran estrechamente ligados a los altos niveles de precariedad en que viven las familias del medio rural, donde acceder a internet para cumplir a cabalidad con el plan de estudios es imposible, por lo que obviamente los educandos que habitan en esos lugares están destinados a desertar en su formación académica.

Los pedagogos subrayan que otro de los problemas que enfrentan tanto profesores como estudiantes, son las fallas del servicio de luz en gran parte de las localidades y la falta de señal de telefonía y es que afirman que en las comunidades más pobres de la nación, los canales de televisión que trasmiten el programa “Aprende en Casa” son de paga y, por tanto, gran parte de los alumnos no tiene acceso a ellos.

RETORNO HASTA SEMÁFORO VERDE

Pese a las críticas en el manejo de esta situación, la SEP ha dejado en claro que cuando menos en el primer trimestre de 2021 —enero a marzo—, la educación pública y privada seguirá siendo virtual. Sin embargo, el presidente Andrés Manuel López Obrador aseguró el pasado 3 de diciembre que ya se analiza la posibilidad de que se retomen las clases de manera presencial, aunque esta vuelta dependerá de la evolución de la pandemia en cada región del país.

El mandatario explicó que se debe tomar en cuenta que Campeche y Chiapas están en semáforo verde y que hay otras entidades que pueden agruparse bajo esa esa categoría para migrar de nuevo a la cotidianidad académica.

IMCM