AMLO ve grupos de ultraderecha en el país, pero dice que no le preocupan

Foto: Cuartoscuro

Ciudad de México.- El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, aseguró que no debe preocupar la presencia de grupos internacionales de ultraderecha en el país porque en México casi no hay "analfabetismo político" y la democracia ya no tiene vuelta atrás.

"No debemos preocuparnos mucho porque el proceso democrático de México se echó a andar y no nos van a detener. México es de los pueblos de avanzada, estamos a la vanguardia por el nivel de concientización que ha alcanzado su pueblo", aseguró en su rueda de prensa matutina López Obrador, del izquierdista Movimiento Regeneración Nacional (Morena).

Una investigación de WikiLeaks y Contralínea señaló que México es un centro mundial de operaciones de grupos de ultraderecha como Hazte Oír, Citizen Go o El Yunque, que en el país están vinculados a empresarios y a políticos del conservador y exgobernante Partido Acción Nacional (PAN).

López Obrador aseguró que "es muy poco el analfabetismo político" en México y se dijo "orgulloso" del "cambio de mentalidad que se ha logrado" a favor de la democracia desde que ganó las elecciones presidenciales de 2018.

La investigación obtuvo documentos según los cuales El Yunque, una organización mexicana clandestina y ultracatólica con vínculos con España, realiza espionaje político, prácticas paramilitares y copta a menores para sus actividades.

"Lo más importante es que se conozcan estos hechos porque quienes participan en asociaciones secretas con estos propósitos al ser descubiertos creo que les va a dar vergüenza", respondió López Obrador.

Aunque no aclaró si las autoridades investigarán estos hechos, el presidente consideró que estos grupos forman parte "de la prehistoria, un signo de atraso que no tiene que ver con nuestros tiempos".

"A veces actúan con doble discurso. Llegan a ser asociaciones filantrópicas que apoyan a los niños y al mismo tiempo participan en estos actos reprobables y condenables", dijo el mandatario, quien consideró que la mejor manera de combatirlas es informando de sus actividades.

Puso como ejemplo que exmiembros de la extinta Dirección Federal de Seguridad, que perpetraron la llamada guerra sucia contra disidentes políticos entre los años 60 y 80, se siguen reuniendo a día de hoy y "se sienten héroes".

"No debería ser motivo de orgullo pero durante mucho tiempo se ocultaron todas las barbaridades que cometieron, violaciones a derechos humanos. Por eso permanecen estas cosas", opinó.