México, entre los países con más asesinatos de ecologistas
MÉXICO.- América Latina se consolidó como la región más peligrosa del mundo para los defensores de la tierra en 2019.
Un estudio de la ONG Global Witness situó en esa región a cuatro de los cinco países donde fueron asesinados más activistas, entre ellos Colombia, que lidera la estadística, Brasil y México.
Según el documento, divulgado este martes, 212 personas fueron asesinadas en todo el mundo en 2019 por defender sus territorios e intentar detener la destrucción de la naturaleza.
Colombia, Filipinas, Brasil, México, Honduras, Guatemala y Venezuela registraron, en ese orden, la mayor cantidad de homicidios contra defensores que se oponen generalmente a la minería ilegal, la deforestación y la contaminación de los recursos hídricos.
“La agroindustria y el petróleo, el gas y la minería aparecen como los principales detonantes de los ataques contra personas defensoras de la tierra y el medio ambiente”, señala la encargada de campañas de Global Witness, Rachel Cox.
Las cifras alarmantes de América Latina fueron más preocupantes en Colombia, país que registró 64 de los asesinatos de 2019, la cifra más alta y superior a los 43 perpetrados en Filipinas.
Estas dos naciones tuvieron más de la mitad de todos los homicidios registrados el año anterior, aunque la ONG advierte que los números pueden ser incluso mayores "ya que normalmente los casos no son documentados".
El resto de asesinatos ocurrió en Brasil (24), México (18), Honduras (14), Guatemala (12), Venezuela (8), India (6), Nicaragua (5) e Indonesia (3).
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Samir Flores, baleado afuera de su hogar, fue uno de los 18 ecologistas asesinados el año pasado en México, que ocupa el cuarto lugar entre los países más violentos para quienes defiende los recursos naturales.
Las balas tenían el objetivo de silenciar su voz y su lucha, pues Flores se oponía a que se construyera una planta termoeléctrica en la localidad de Yecapixtla, en el Estado de Morelos, y un gasoducto de 160 kilómetros.
Vivía en el poblado de Almilcingo, donde era respetado por sus vecinos debido a su vehemente defensa de los recursos naturales y valiente postura contra el proyecto, que denunciaba en su programa de radio comunitaria.
El presidente Andrés Manuel López Obrador había anunciado 12 días antes del homicidio una consulta en 24 municipios por donde pasaría el gasoducto. El 20 de febrero fue asesinado Flores.
El mandatario lamentó el crimen y dijo que posiblemente estaba destinado a intimidar y entorpecer la consulta que había prometido, mientras asociaciones de indígenas culparon directamente al Gobierno y exigieron que se esclareciera lo sucedido en un país con altos índices de impunidad.
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