PRI busca que ataques con ácido se castiguen como feminicidio

Ciudad de México.- Diputadas del Partido Revolucionario Institucional (PRI) buscan que los ataques con ácido y otras sustancias corrosivas a mujeres sea equiparado en menor medida a un feminicidio en grado de tentativa.

Las legisladoras priístas Montserrat Arcos, Ana Lilia Herrera, Adriana Campos, Melissa Vargas y Jaqueline Hinojosa expusieron que estos crímenes están motivados por “bienes jurídicos afectados, la publicidad de los hechos y la evidente misoginia que está de fondo en este tipo de violencia extrema”.

Ante ello, presentaron una iniciativa que reforma y adiciona el artículo 325 del Código Penal Federal en materia de violencia ácida y feminicidio, tomando en cuenta la naturaleza jurídica de este delito, ya que no solo se limita a la privación de la vida, “sino que intervienen otros elementos que lo dotan de complejidad”.

Enfatizaron que el uso de sustancias corrosivas y abrasivas tiene la clara intención de infligir una violencia extrema a través de la provocación de sufrimiento hasta la muerte, pero también afectan la dignidad, integridad corporal y el derecho a una vida libre de violencia.

La propuesta pretende proteger a la persona que sufra lesiones o mutilaciones infamantes o degradantes, previas o posteriores a la privación de la vida o actos de necrofilia, donde se hayan utilizado sustancias corrosivas, abrasivas o cualquier otra que provoque una lesión visible y permanente en el cuerpo de la víctima”, se lee en la nota.

También señalaron que se sancionará al funcionario “que retarde o entorpezca la procuración de justicia, que nieguen o dilaten sin justificación el otorgamiento de medidas de protección a las víctimas de feminicidio que lo hayan solicitado”.

Además, añaden, se les impondrá pena de prisión de tres a ocho años y se les inhabilitará de tres a 10 años para desempeñar otro cargo público.

Las diputadas puntualizaron que, según el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred), las agresiones con ácido tienen una altísima carga simbólica, ya que pretenden dejar una marca permanente y destruir la vida de una mujer.