¿Prueba y error? El etiquetado frontal en México

El etiquetado de productos en México es una réplica de la estrategia chilena. A través de la Norma Oficial Mexicana NOM-051-SCFI/SSA1-2010 se muestran las especificaciones de etiquetado para alimentos y bebidas no alcohólicas e información comercial, con el fin de informar y regular el consumo de productos, para un consumo consciente y saludable, toda vez que los índices de sobrepeso y obesidad en México van en incremento.

La estrategia fue aprobada en 2020  y puesta en marcha en octubre del mismo año, para que la población conozca los riegos de consumir productos que pueden ser dañinos.

En los productos se reconocen cinco categorías de etiquetado: calorías, azúcares, sodio, grasas trans y grasas saturadas.   

Aunado a agregar en la parte inferior de los productos, advertencias, en el caso de contener sustancias que afecten la salud de la población no solo adulta sino de los menores, tales como edulcorantes; utilizado como sustituto de azúcar, conservadores; para prolongar la duración del producto, colorantes y potenciadores de sabor. Estos dos últimos pueden llegar a ser adictivos. Esta situación pone en evidencia la cantidad de alimentos procesados.

Han pasado tres años desde la aprobación de esta norma y la cuestión en boga es sí esta estrategia ha tenido el impacto que se esperaba.  

Las cifras

Según la  Procuraduría Federal del Consumidor en 2019 (antes del arranque del etiquetado), las principales causas de defunción fueron enfermedades del corazón, diabetes, tumores y padecimientos vinculados con el sobrepeso y obesidad.

La realidad no es distinta, pues durante el foro “Intercambiando perspectivas, hablemos de obesidad”, llevado a cabo en marzo del 2023, especialistas en salud puntualizaron su preocupación sobre la situación a nivel nacional y mundial sobre los casos de obesidad.

Se informó que, según datos de la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (Ensanut), había cerca de 50 millones de adultos en México con sobrepeso u obesidad, mientras que a nivel global eran casi 800 millones en esa misma condición.

En tanto, Mauro Brero, jefe de Nutrición del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) en México, puntualizó que nuestro país es uno de los que encabeza la lista de las naciones con más altos niveles de obesidad en niños, niñas y adolescentes, esto como resultado del fácil acceso a productos altamente azucarados y comidas chatarra.

Por su parte, Vivían Pérez, asesora de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), apuntó que, derivado de los problemas de sobrepeso y obesidad, aumentan los riesgos de padecer enfermedades crónicas degenerativas, como diabetes o hipertensión.

¿Cuántas calorías debemos consumir?

A pesar de la información del etiquetado, los niños y adultos deben conocer cuántas calorías son recomendables para no sobrepasarse y llevar una vida saludable. De acuerdo con el manual MSD de septiembre de 2023, la ingesta oportuna es de acuerdo al estilo de vida activo o inactivo y según la clasificación de edad en los siguientes grupos.

De 7 a18 años

Femenino: mil 200 a mil 800 (sedentarias), mil 600 a dos mil 400 (activas).

Masculino: mil 400 a dos mil 400 (sedentarios) y mil 600 a tres mil 200 (activos).

 De 19 a 60 años

Femenino: mil 600 a dos mil (sedentarias) y mil 800 a dos mil 400 (activas).

Masculino: dos mil 200 a dos mil 600 (sedentarios) y dos mil 400 a tres mil (activos).

De 61 en adelante

Masculino: dos mil (sedentarios) y dos mil a dos mil 600 (con actividad física).

Femenino: mil 600 (personas sedentarias) y mil 800 a dos mil (con actividad física).

Para ilustrar las calorías que un menor consume en un desayuno rápido en la escuela, pongamos el siguiente ejemplo:

En la mañana come un pan de chocolate de 240 calorías, más un jugo de mango de ¼ que contiene 112 calorías, luego, a la salida, unas papas saladas de 141, eso durante su estancia en la escuela, aunado a los alimentos que consume en casa, en tanto ya acumuló 493 calorías de las que, es probable no sea consciente.

La evaluación

De acuerdo con el Instituto Nacional de Salud Pública para evaluar la efectividad del etiquetado de productos, es necesario un estudio de cohorte, es decir que se hace a través de procesos de observación y análisis en el que se da seguimiento a un grupo de personas, antes y después de la implementación del etiquetado, en este caso, sería quién se basa en la información del etiquetado y quién no.

“Para una adecuada evaluación de resultados de la implementación del etiquetado frontal de advertencia, es necesario comparar ventas en los productos con sellos y sin sellos antes y después de un periodo considerable de haber sido implementado el etiquetado frontal”.

Recomendaciones

De acuerdo con el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado, se sugiere:

·         Tomar agua simple.

·         Activación física por al menos 30 minutos.

·         Adecua tu alimentación con frutas y verduras.

·         Distribuye tu alimentación en 5 tiempos, 3 comidas y 2 colaciones.

·       Establece un horario para comer y dormir.

En octubre de este año se cumplen cuatro años de la implementación de la estrategia del etiquetado frontal de productos, sin embargo, aún está la interrogante de su efectividad o contribución en la toma de decisiones al adquirir o consumir un producto, ¿tú qué dices?