Desde EU Bolsonaro avisa que su misión en Brasil ‘no ha terminado’

EFE

Oxon Hill.- El expresidente de Brasil, Jair Bolsonaro (2019-2023), que se encuentra en Estados Unidos desde diciembre pasado, dijo que, aunque agradece la oportunidad de haber ejercido un mandato, su misión "no ha terminado".

"No es fácil ser político, especialmente cuando quieres honrar tu palabra y ayudar a la gente. En este momento agradezco a Dios mi segunda vida y la misión de haber sido presidente de Brasil un mandato, pero en el fondo siento que esta misión no ha acabado", sostuvo en la Conferencia de Acción Política Conservadora (CPAC), el mayor foro anual de la derecha de EU.

Su intervención, de unos 24 minutos, fue una de las más esperadas de este encuentro inaugurado el miércoles a las afueras de Washington y que se clausura hoy con un discurso del expresidente Donald Trump (2017-2021).

"En esta tierra de libertades, progreso y orden me siento como en Brasil. (…) Soy el expresidente más amado de Brasil", recalcó ante una audiencia afín, que no llegó a completar el aforo.

"Los brasileños que habían abandonado su bandera empezaron a amarla. La gente empezó a entender más de política, del Congreso brasileño. Los nombres de diputados y senadores, y no solo los de los jugadores de fútbol, formaron parte del día a día de Brasil. Estoy seguro de que plantamos muchas semillas", repaso su mandato.

Bolsonaro, de 67 años, se encuentra en EU desde el 30 de diciembre y está pendiente de un cambio de visado solicitado por su abogado en enero para permanecer seis meses más en este país, al que llegó dos días antes de terminar su mandato.

En el tiempo que ha estado instalado en Florida, donde fue hospitalizado en enero por fuertes dolores intestinales.

Ese ingreso coincidió con el frustrado intento de golpe de Estado que perpetraron el 8 de enero miles de sus seguidores más radicales en Brasilia, donde invadieron y vandalizaron las sedes del Parlamento, la Presidencia y la Corte Suprema durante cuatro horas y media, y por el que él ha sido incluido en la lista de investigados del Supremo por supuesta incitación.

Su discurso en el National Harbor no hizo alusiones ni a lo sucedido ni a un eventual regreso a Brasil, pero sí reiteró sus sospechas infundadas sobre las pasadas elecciones, que ganó Luiz Inácio Lula da Silva.

"Tuve mucho más apoyo en 2022 que en 2018. No sé por qué los números reflejaron lo contrario", sostuvo el ultraderechista, admirador confeso de EU y aliado cercano de Trump, con quien dijo haber mantenido siempre "una relación excepcional".

La ponencia llegó rodeada de la acusación lanzada contra él por el diario O Estado de Sao Paulo, según el cual su Gobierno intentó introducir de forma ilegal joyas valoradas en 3.2 millones de dólares que Arabia Saudí habría regalado en octubre de 2021 a la entonces primera dama, Michelle Bolsonaro.

"Estoy siendo acusado de un regalo que ni pedí ni recibí. No hay ninguna ilegalidad por mi parte. Ninguna práctica ilegal", señaló Bolsonaro en la cadena CNN Brasil, sin volver a mencionar el tema ante los conservadores estadounidenses.

Pisó poco antes el mismo escenario de la CPAC su hijo Eduardo Bolsonaro, diputado federal, que criticó que la Administración de Joe Biden "no mire mucho a Brasil", pese a la importancia geoestratégica del país como productor de energía o alimentos.

"Creo que (Estados Unidos) está muy contento con la nueva Administración de Lula da Silva, que tuvo una gran reunión con Biden" el pasado 11 de febrero, dijo con sorna el tercer hijo del exmandatario.

Eduardo Bolsonaro defendió que tanto Brasil como EU tienen una "cultura parecida": "Debemos ser aliados", subrayó advirtiendo de que Lula "es uno de los comunistas o socialistas, como quieras llamarlo, más peligrosos del mundo".

El hijo del expresidente estuvo acompañado en su intervención por el actor mexicano Eduardo Verástegui, fundador del Movimiento Viva México, quien dejó caer alguna pista sobre sus aspiraciones presidenciales.

"Mucha gente me lo pregunta. Me lo estoy pensando. Habrá un gran anuncio pronto", afirmó.