Donald Trump: Una agenda de controversiales remodelaciones en la Casa Blanca
Desde su regreso a la Casa Blanca en enero, el expresidente Donald Trump ha asumido el rol de "constructor en jefe", impulsando una oleada de ambiciosos y costosos proyectos de renovación que abarcan desde cambios estéticos menores hasta la planificación de monumentos gigantes.
En sus primeros nueve meses, la residencia presidencial se ha transformado bajo su visión, marcada por un notable aumento de elementos dorados —en repisas, chimeneas, pomos y lámparas— que replican la opulenta estética de su club privado en Florida, Mar-a-Lago. El propio Trump ha justificado estas acciones diciendo que busca hacer la sede del ejecutivo "más hermosa". "Siempre he sido un constructor, y ahora estoy construyendo una nación que es respetada nuevamente", afirmó recientemente.
Proyectos Emblemáticos: El Salón de Baile y el "Arc de Trump"
Uno de los proyectos más polémicos es la construcción de un gigantesco salón de baile con capacidad para más de 900 personas, una obra ofrecida para conmemorar el 250 aniversario de la fundación del país. Este proyecto, valorado en $200 millones, está siendo financiado por magnates y empresarios que han respaldado sus campañas, a quienes Trump calificó de "leyendas". Abordando el elevado costo, el exmandatario fue directo, afirmando ante los donantes: "Es el precio de tener acceso al presidente".
Además, Trump ha puesto en marcha la idea de erigir un nuevo monumento en Washington: el "Arc de Trump", un arco triunfal inspirado en el de París, que se ubicaría al final del puente Memorial, uniendo la capital con Arlington. En una cena con donantes, mostró modelos a escala y expresó su preferencia por el diseño más grande. Curiosamente, sugirió que este proyecto podría financiarse con los fondos sobrantes de la renovación del salón de baile, aunque su construcción aún requiere la aprobación de diversas agencias estatales.
Cambios de Diseño Personales: Del Jardín de las Rosas a los Baños
La huella personal de Trump también es evidente en espacios históricos. En agosto, se estrenó el renovado Jardín de las Rosas, donde ordenó reemplazar el césped por piedra, convirtiéndolo en un patio cuyo diseño es llamativamente similar al de su resort Mar-a-Lago. El nuevo jardín se ha usado para eventos clave, incluyendo la entrega póstuma de la Medalla Presidencial de la Libertad al activista de extrema derecha Charlie Kirk.
Los cambios llegaron hasta los espacios privados. Trump criticó el diseño del baño Kennedy en la suite presidencial, considerándolo "no adecuado". Mandó a sustituir los azulejos art deco por mármol estatuario, buscando una estética que, según él, "refleja mejor la estética de la época de la guerra civil".
Cuestionamientos Legales y Preocupaciones de Arquitectos
La escala y el financiamiento de estas renovaciones no han estado exentos de controversia. Las acciones de Trump y su método de recaudar fondos privados han sido objeto de escrutinio público, aunque su Administración defiende los cambios citando una ley de 1964 que permite alteraciones estéticas y estructurales.
No obstante, el Instituto Americano de Arquitectos ha manifestado su preocupación, especialmente por el salón de baile, e instó a la Comisión Nacional de Planificación de la Capital a garantizar que el proyecto no altere el diseño neoclásico de la Casa Blanca. Empresas de tecnología y defensa como Amazon, Apple, Google, Microsoft, Meta, Lockheed Martin y Palantir también se han sumado al apoyo a esta ambiciosa agenda de renovación