Ciudad de México.- Durante semanas la diplomacia en Europa y, América del Norte, estuvieron al tanto de las acciones del presidente ruso Vladimir Putin, desde el Kremlin, donde ponía en tensión el actual orden internacional, ante un posible ataque e invasión militar a las regiones separatistas de Ucrania.
Sucedió, el jueves 24 de febrero del 2022 ha quedado marcado como una fecha que rompe la estabilidad política europea desde la caída del Muro de Berlín, la disolución de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) y, el fin de la Guerra Fría.
Occidente estuvo inmerso durante los últimos 30 años en un auge económico y de supremacía política sobre las regiones que sojuzgó desde el siglo XVI. No obstante, el triunfo de la democracia y el mundo libre después del fin de la Guerra Fría fue puesto en jaque de nuevo, y los engranajes de la economía-política mundial comienzan a cambiar.
Protestas en Europa ante la invasión rusa
Tras el inicio de las hostilidades en la zona occidental de Ucrania por parte de las fuerzas rusas, al mando de Putin, la sociedad europea y, en americana también, comenzaron a movilizarse en diferentes regiones como medio de protesta ante este conflicto bélico.
Pasando por Alemania, Portugal, España, Rumanía, Dinamarca, Italia y España en Europa, hasta Nueva York, México y otros países del continente Americano, la comunidad ucraniana en el mundo se manifiesta contra la invasión rusa en este país.
Con pancartas, veladoras, antorchas, banderas y demás insignias, la comunidad internacional exige al presidente ruso, Vladimir Putin, terminar con las hostilidades. Ante la escalada del conflicto, la sociedad europea comienza a ejercer presión pacífica para que los líderes mundiales intervengan ante el conflicto bélico.
Europa recuerda el significado de las guerras en territorio propio y por ello, en pocas horas comenzaron a congregarse en las diferentes sedes diplomáticas rusas en el viejo continente.
Los estragos de la confrontación ya están saliendo a flote, las monedas caen, los mercados bursátiles temen por las inversiones. Mientras que la Organización de las Naciones Unidas (ONU), la Organización de Tratado del Atlántico Norte (OTAN), la Unión Europea (UE), y Estados Unidos, inician labores diplomáticas y medidas de punitivas hacia Rusia en términos mercantiles.
Además, los jefes de Estado reconocen que las hostilidades rusas no tiene un respaldo político, sino que, responden a pugnas ideológicas de Putin para controlar un país que es reconocido como soberano. Acusan los líderes mundiales que las acciones del Kremlin son una afrenta a la determinación de los pueblos, métodos diplomáticos acordados tras el fin de la Segunda Guerra Mundial.
Rusia como potencia
Analistas políticos han mencionado que Rusia quiere imponerse como la próxima potencia mundial, ante ello, hicieron referencia al posible retorno de una "Cortina de Hierro", como se le conocía al bloque político-económico que instauró la URSS durante el siglo XX.
