Libera Israel a cerca de 2 mil prisioneros palestinos entre júbilo y denuncias de tortura

Libres prisioneros palestinos

Ramala.- La liberación de cerca de 2 mil prisioneros palestinos este lunes como parte del acuerdo de alto el fuego con Israel ha generado un profundo contraste entre el júbilo nacional y las graves denuncias de maltrato físico y psicológico. 

El Servicio de Prisiones de Israel confirmó haber completado la liberación del total de mil 968 presos previstos para este día. Este evento, si bien celebrado, también ha puesto de manifiesto las duras condiciones carcelarias a las que fueron sometidos los detenidos, especialmente desde la ofensiva israelí en la Franja de Gaza.

El logro nacional que celebra Hamás

El movimiento islamista Hamás se felicitó por la liberación de los presos, catalogándola como "un logro nacional y un hito brillante" en su lucha. Según la organización, este suceso representa un avance en el "camino para liberar la tierra, lograr el retorno y construir el Estado palestino independiente". 

A pesar de los desafíos, Hamás enfatizó que ni el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, a quien tildan de "criminal de guerra", ni sus ministros extremistas "pueden arrebatar la alegría" del pueblo palestino.

La liberación estuvo estrechamente ligada al intercambio de rehenes, ya que el acuerdo de alto el fuego estipulaba que una vez que 20 cautivos con vida que quedaban en Gaza fueran entregados al Ejército israelí, más de mil 700 palestinos serían liberados en Gaza.

Denuncias de maltrato: "Las peores formas de tortura"

El júbilo por la libertad se vio empañado por las impactantes revelaciones de los exdetenidos sobre el trato recibido. Hamás denunció que los presos liberados "han revelado las peores formas de tortura psicológica y física a las que fueron sometidos durante dos años completos". 

Esta situación, según la organización, representa "una escena que representa las formas más crueles de sadismo y fascismo en la era moderna".

Un exreo, Mohamed Ahmad al Khatib, condenado a 20 años y liberado en Ramala, afirmó: 

"La prisión fue realmente terrible, las condiciones pésimas, sobre todo en los últimos dos años". Estos dos años se refieren al periodo iniciado tras el 7 de octubre de 2023.

Además de la tortura directa, la política carcelaria ha sido un punto de crítica. Desde el 7 de octubre, el ministro israelí de Seguridad Nacional, Itamar Ben Gvir, implementó lo que se describe como una "política de hambre contra los presos palestinos", limitando la comida, las duchas y la asistencia médica que reciben.

Incluso antes de la liberación, algunos expresos debieron ser trasladados a hospitales para pruebas (al menos 7), y otros tres fueron tratados en sus casas, aunque no se especificaron las dolencias exactas.

 

El reencuentro en Gaza y Cisjordania

La liberación se llevó a cabo en varios puntos. Un contingente masivo llegó a Gaza, mientras que un grupo menor recobró su libertad en Ramala, capital de Cisjordania ocupada.

La llegada al Hospital Nasser en Jan Yunis
En la Franja de Gaza, los alrededores del Hospital Nasser de Jan Yunis (sur de Gaza) se convirtieron en un hervidero de familiares que esperaban el arribo de los autobuses de la Cruz Roja. Se pudo comprobar la llegada de unos once autobuses con más de mil prisioneros liberados.

Se estima que a Gaza llegarían unos mil 726 presos palestinos, de los cuales ocho tenían condenas de cadena perpetua o de larga duración. La gran mayoría, mil 718, fueron detenidos en la Franja a lo largo de los dos años de ofensiva, muchos de ellos sin cargos. Miembros de la seguridad de Hamás custodiaron la zona del Nasser, donde se había habilitado una explanada con sillas para los allegados.

La celebración reprimida en Ramala
En Ramala, cerca de 90 palestinos recobraron su libertad, apenas un día después de que sus familias supieran de su inminente liberación. Los reencuentros se dieron entre cánticos y vítores. A pesar de la felicidad, muchos de los presentes tuvieron que enfrentarse a la prohibición impuesta por Israel de celebrar cualquier reencuentro o manifestar alegría en público.

Una madre, cuya sorpresa fue total al ver el nombre de su hijo en la lista, denunció que muchos jóvenes son "muy injustamente tratados por la ocupación". Afirmó que, en las cárceles, algunos detenidos confiesan cosas que no han hecho "solo para que pare la tortura".

"Muchos de ellos, incluso estudiantes, son arrestados injustamente. En las cárceles, son maltratados y torturados y algunos terminan confesando cosas que no han hecho, solo para que pare la tortura", denunció.

A pesar de la alegría por el reencuentro, persiste el temor de que Israel renueve su ofensiva contra el enclave palestino una vez finalizado el intercambio. La esperanza de fondo, manifestada por los familiares, es que todas las potencias intervengan para que se pueda resolver la cuestión de los dos Estados y se logre la paz y la seguridad.

"Si Dios quiere, que todos los prisioneros sean liberados y podamos vivir en paz y seguridad, nosotros y ellos (los israelíes). Ojalá algunas de las grandes potencias intervengan para que puedan resolver lo de los dos Estados", manifestó la madre.

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